No importan lo que hagan, jamás recibirán la aprobación, pero ha sido el auto más vendido. (ARCHIVO)
Cualquier expresión que requiera la atención de otras personas supone un impulso de creatividad y de innegable egocentrismo, pues hace que robemos el tiempo de alguien más para que escuche o ponga interés en lo que queremos decir.
Esto representa un riesgo, pues pone vulnerable a quien muestra sus ideas a hacer el ridículo y exponerse al vituperio generalizado. En este sentido, es considerablemente más cómodo no decir nada, o bien, expresar cosas que a todo el mundo complacen.
Es también muy sencillo referirse de manera positiva a propuestas excepcionales, en las que la búsqueda de defectos es una mera cuestión de exquisitez e igualmente resulta fácil referirse de manera negativa a objetos y expresiones que son difíciles de defender.
El mejor ejemplo para lo anterior es la existencia de un modelo como el Chevrolet Aveo, automóvil que hasta hace unos meses existía sólo por encima de lo precario y a la par de lo necesario. Comprensivo (a un grado casi abusivo) de las necesidades y posibilidades de compra de un vehículo para el mexicano promedio.
El Chevrolet Aveo es una viva ejemplificación de esos conceptos que no importa qué hagan, jamás recibirán la aparente aprobación generalizada, pero, por otro lado, se han colocado como uno de los vehículos con mejores ventas en la historia de nuestro país.
APAGA LOS INCENDIOS
Con tal ambivalencia a sus espaldas, Chevrolet presenta el nuevo Aveo con la principal tarea de resolver las carencias que hacían que este modelo fuera vulnerable a las críticas de sus detractores; el equipamiento básico de seguridad.
En este sentido la firma norteamericana deja de ofrecer versiones sin bolsas de aire para un producto que, al representar 38% de su volumen de ventas, cada peso que le sumara a su precio representaba pérdida de clientes en potencia.
Incluso, la versión tope de gama ahora incluye el equipamiento de cuatro bolsas de aire como justificación al aumento de su valor.
TODA MODIFICACIÓN AFECTA
El diseño de este Chevrolet Aveo es notablemente distinto a su versión predecesora, pero esto no representa que desentone a la media de modelos de esta clase, pues es sobrio, discreto y de formas que tal vez no emocionan, pero tampoco disgustan.
Un atributo que es agradable es la modificación de la parrilla frontal para integrar la parrilla de doble entrada, que se ha tornado identificable entre los vehículos de la marca.
CAMBIO DE CORAZÓN
Otro cambio de grandes escalas es el reemplazo de motorización para ahora emplear el presente en el que sería su lógica evolución en otros mercados, el Chevrolet Sonic. Así, este cuatro cilindros de 1.5 litros genera 107 caballos de fuerza y 104 libras-pie de capacidad de torsión.
El resto del paquete mecánico se completa con la disponibilidad de una caja de cambios manual de cinco velocidades o la transmisión automática de cuatro relaciones para ampliar el mercado de alcance.
La sencilla tarea de refrescarlo. Cualquier cambio al interior del Chevrolet Aveo se hubiera considerado un acierto. Sin embargo, es de reconocer que el presente en la entrega del nuevo ejemplar va más allá del simple cumplimiento protocolario, pues aunque los plásticos presentes en esta nueva versión están distantes a ser de primera calidad, se ponen a tono competitivo con el resto de la en el segmento, gracias a un aspecto refrescado.
Dentro de los elementos presentes en el interior, destaca el tablero, el cual se renueva e incluye una pequeña pantalla de 4.2 pulgadas con limitadas funciones como radio, conexión Bluetooth y entrada USB. El volante es de los aspectos que más se beneficia con esta renovación, pues, además de tener un mejor aspecto, ahora es manipulable en la altura y tiene controles de audio y teléfono.
A partir de la edición año-modelo 2018 todas las versiones del Aveo cuentan con vidrios, seguros y espejos eléctricos al color de la carrocería, funciones que parecieran extrañas a destacar, pero que este modelo había olvidado por agregar para lucir más atractivo.
TODO PARA RECONQUISTAR LA PUNTA
Para bien o para mal, el Chevrolet Aveo juega en una división que da muchas licencias a las carencias y necesidades mismas de la industria automotriz mexicana. En esta categoría, Chevrolet, Nissan y Volkswagen han sabido aprovechar su experiencia y conocimiento del mercado para ofrecer productos que llegan al mercado nacional pasando con un seis de calificación. Estos productos son polémicos y nunca encontrarán un veredicto que dé la razón a todos.
Sin embargo, la nueva entrega de Chevrolet con su producto más popular cumple en el sentido que más le reclamaban, calidad en el ensamble y equipamiento de seguridad. Aunque esto no quiere decir que el modelo pueda mejorar fácilmente con la incorporación de sistemas tan básicos como el control de estabilidad, la firma norteamericana da un gran salto en calidad frente al segmento más competido en México con este renovado Aveo.
El nuevo Chevrolet Aveo llega a nuestro país a partir de los $199,900 pesos, hasta la versión LTZ con valor de $252,900 pesos.
Y Beat sigue sus pasos
De acuerdo a la reseña de Autocosto.com, el Beat es comercializado en otros mercados como Chevrolet Essentia, este modelo llega proveniente de India con la encomienda de robar participación en el mercado de los vehículos más económicos en nuestro país, el de los subcompactos. Precisamente en este sector es donde se ubica el Hyundai Grand i10 Sedán y el Ford Figo, mismos que juegan el papel de su competencia más directa.
Una vez entendida su posición en el mercado es justo empezar a juzgar si el nuevo Chevrolet Beat Notchback es una buena opción de compra para un vehículo de esta naturaleza.
Un elemento que permanece en las tres versiones que se comercializan en nuestro país radica en el acoplamiento motriz. Todas ellas cuentan con un motor de cuatro cilindros de 1.2 litros y 16 válvulas generador de 81 hp y 80 libras-pie como capacidad de torque. Asimismo, los ejemplares son exclusivamente ofrecidos con transmisión manual de cinco velocidades.
Este juego mecánico realiza un papel suficiente considerando el segmento en el que se ubica. Inclusive, podríamos señalar que la programación de la caja es bastante agradable con cambios cuyo traslado es preciso de una relación a otra. Naturalmente, como es habitual en este tipo de vehículos, el embrague corta de manera precipitada, pero una vez acostumbrados, podemos decir que se trata de una buena transmisión.
