Problema. La situación empeora para Pemex. (ARCHIVO)
Mientras el consumo de combustibles sube en el país, la capacidad de refinación nacional va en picada. El año pasado, México compró 52 por ciento de toda la gasolina que exportó Estados Unidos (EU).
De los 631 mil barriles diarios de gasolina automotriz que vendieron al mundo las refinerías norteamericanas, se quedó con 329 mil, según datos de la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés). Apesar de ser un país petrolero y contar con seis refinerías, México no puede satisfacer la demanda, la cual creció entre 2005 y 2017 en 9 por ciento para gasolinas y 8 por ciento para diésel, de acuerdo con Alejandro Limón, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
De hecho, desde 2013 México se convirtió en el cuarto consumidor per cápita de gasolinas en el mundo. Pese al aumento, las seis refinerías reportan caídas históricas en su producción de gasolinas y diésel en los últimos años, mientras que Transformación Industrial (Pemex TRI), subsidiaria responsable de la refinación, recibe menos recursos para operarlas.