Miedo. Por temor al crimen organizado varios municipios de Tamaulipas decidieron convertirse literalmente en pueblos fantasma.
Asediados por el acoso y el cobro de cuotas de los cárteles del crimen organizado, productores y comerciantes de diversos poblados de la región citrícola de Tamaulipas decidieron parar sus actividades desde este lunes hasta hoy miércoles.
Unos 400 comercios de los municipios de Güémez, Hidalgo y Padilla bajaron desde el lunes sus cortinas para exigir al Gobierno del panista Francisco García Cabeza de Vaca condiciones para poder llevar a cabo sus actividades.
Comerciantes y productores de la región dijeron que la crisis de inseguridad escaló hace unos días y se ha extendido a poblados como El Barretal, en el municipio de Padilla, y a ejidos de Güémez, que se ubican sobre la carretera Victoria-Monterrey.
El paro de actividades se extendió a gasolineras, restaurantes y centros de recibimiento de las cosecha en los tres municipios.
El director general de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio (Fecanaco) en Tamaulipas, Abraham González, afirmó que esta movilización se registra en la mayor parte de los ejidos de estos municipios.
"La gente está protestando por la inseguridad que está prevaleciendo", dijo. "Ahorita hay cosecha de naranja muy fuerte y los grupos están disputando la plaza en el sentido del cobro de cuotas.
"Esa circunscripción es de aproximadamente 400 negocios", agregó. "En Santa Engracia e Hidalgo prácticamente todos están cerrados, y en la Hacienda Santa Engracia, El Barretal. Son ejidos que están asolados por esta tema (de la inseguridad)".
Según datos de Fecanaco, la región citrícola de Tamaulipas está integrada por 40 mil hectáreas donde se siembra naranja, toronja y mandarina.
