Lionel Messi no pudo marcar ante el Sporting de Portugal, aunque Barcelona se llevó la victoria por la mínima diferencia. (EFE)
El Barcelona sufrió para llevarse la victoria en Lisboa ante el Sporting de Portugal, que se lo puso difícil a los blaugranas pero no consiguieron anular el gol en propia puerta marcado por el uruguayo Sebastián Coates en el arranque de la segunda parte.
Los de Ernesto Valverde cosecharon así su octava victoria consecutiva y se colocaron líderes en solitario del grupo D.
Vestido con su segunda equipación, el Barcelona se encontró con más dificultades de las que esperaba en Lisboa, donde los "leones" no sólo no se achicaron ante el cinco veces campeón de la 'Champions' sino que dominaron en varias fases del partido y estuvieron cerca del empate en más de una ocasión.
En una primera parte muy igualada, el Barça empezó manejando el balón en el medio campo a la espera del momento de meterle mano al Sporting, que intentaba robar la pelota para contraatacar.
El gol cayó al comenzar la segunda parte. Mathieu peinó un centro de Messi que acabó en la cabeza de Luis Suárez, pero su compatriota del Sporting, Coates, la tocó y despistó a su portero, que vio el balón entrar en la portería.
Con la entrada de Paulinho, el Barça se plantó más firme sobre el césped e incluso estuvo cerca del segundo, con un disparo precisamente de Paulinho que detuvo Rui Patrício.
La momentánea recuperación no desmoralizó al Sporting. Empujados por su hinchada, los "leones" lo intentaron hasta el último minuto, con una falta peligrosa que no llegó a nada, y no pudieron evitar ver cómo se escapaban los tres puntos.