Buscan recurso para el rellenos sanitario

El Municipio busca acceder a recursos económicos para construir una tercera celda en el relleno sanitario y con ello, aprovechar el terreno disponible en el depósito y manejo adecuados de los desechos que se recolectan en la ciudad y las comunidades rurales.

El director de Servicios Públicos Municipales, Juan Salazar Reyes informó que ésta será una de las prioridades por atender en el segundo año de administración, después de que en el primero se hicieron modificaciones importantes en la operación del relleno sanitario.

Al iniciar la gestión, en septiembre de 2016, la basura se dejaba expuesta y sin el confinamiento adecuado, por lo que prácticamente el relleno operaba como un tiradero de desechos a cielo abierto y no se cumplían las normas ambientales, además de que esto facilitaba que ocurrieran incendios con frecuencia.

Con una inversión de recursos por el orden de los 20 millones de pesos se hicieron algunas mejoras como los detalles finales en una segunda celda que se tenía inconclusa, la cual dispone de una geomembrana para impedir que los lixiviados se filtren al subsuelo y contaminen los mantos acuíferos, así como drenes para extraer esos líquidos.

Estas adecuaciones están por terminar y pronto esta nueva celda comenzará a ser utilizada en el depósito de la basura.

Otra parte de la inversión se destinó a la renta de equipos y maquinaria pesada para el trazo y revestimiento de caminos de acceso, con el fin de facilitar el desplazamiento de los camiones recolectores hasta el punto de vaciado.

Además, se abrieron algunas fosas y se destinó un área específica para el depósito de desechos hospitalarios, la cual tampoco se tenía bien delimitada.

Con el confinamiento adecuado y el reordenamiento se amplió 20 años el periodo de vida útil del relleno en cuanto a necesidades de espacio, pues se logró liberar unas 15 a 20 hectáreas de un total de 38 con que cuenta el terreno.

Salazar Reyes indicó que actualmente, toda la basura que se capta es debidamente confinada y se cubre con tierra y cal para evitar la contaminación al medio ambiente.

Los cambios en la operación del relleno sanitario favorecieron además el que ya no se registren incendios, pues de los nueve que se presentaron de septiembre a diciembre del año pasado, en lo que va de 2017 han ocurrido dos o tres conatos.