De luto. Un grupo de personas asistió a un entierro colectivo de las víctimas de una avalancha en Mocoa, Colombia.
La búsqueda de desaparecidos en la avalancha que dejó al menos 273 muertos continuó ayer en la ciudad colombiana de Mocoa, que recibió por tercer día seguido la visita del presidente Juan Manuel Santos para supervisar las tareas de rescate y reconstrucción.
Antes de viajar a la capital del departamento del Putumayo, en la zona de frontera con Ecuador, el jefe de Estado colombiano declaró la emergencia económica, social y ecológica para atender la catástrofe que prácticamente borró del mapa la mitad de los barrios de Mocoa, que hoy llora a sus fallecidos.
La emergencia fue ocasionada por el fuerte aguacero que cayó en la ciudad el viernes por la noche y que causó el desbordamiento del río Mocoa y sus afluentes, el Sangoyaco y el Mulatos que, convertidos en una avalancha de fuerza descomunal, arrasaron todo lo que encontraron a su paso.
Río Mocoa abajo, decenas de socorristas y lugareños inspeccionaban ayer las orillas del cauce en busca de los desaparecidos, que nadie sabe a ciencia cierta cuántos son, con la esperanza de poder encontrar los cadáveres para darles sepultura, o de un milagro, casi imposible a estas alturas, que permita hallar a alguien con vida.
A destajo hombres y mujeres se mezclan con soldados, bomberos voluntarios, la Cruz Roja y otros organismos de socorro para buscar a sus seres queridos, a un vecino, o a un amigo.
Nuevo balance
Se reportó ayer en Mocoa que:
⇒ Van 273 fallecidos y 262 heridos.
⇒ Se han realizado 193 necropsias.
⇒ Se han entregado 100 cadáveres a sus familias.