Como de casa. En una tradicional matrioska dibujaron los rostros de Barack Obama (abajo), y de Donald Trump (arriba). (EFE)
Funcionarios y legisladores rusos halagaron ayer viernes la toma de posesión del Donald Trump como presidente y esperan que esto pregone un período de mejores relaciones con Estados Unidos, mientras algunos en Moscú y otras partes celebraron en un bar que buscó sacar provecho de la emoción de la gente.
Las promesas de Trump de arreglar las dañadas relaciones con Moscú han entusiasmado a la élite política rusa después de las tensiones con Washington por la crisis con Ucrania, la guerra en Siria y acusaciones de intromisión rusa en las elecciones de Estados Unidos.
Y aunque la política de Trump hacia Rusia no se conoce todavía, el primer ministro Dmitry Medvedev declaró que "esperamos que la razón prevalecerá".
"Estamos listos para hacer nuestra parte del trabajo para mejorar la relación", dijo Medvedev en Facebook.
Un centenar de simpatizantes del nuevo mandatario estadounidense, nacionalistas rusos y otros interesados se reunieron en un local hípster a unos cientos de metros del Kremlin para celebrar.
Una hora antes de que Trump subiera al escenario en Washington, el sonido de botellas de champaña abriéndose se escuchó en el salón abovedado del recinto que alguna vez fue oficina de telégrafos. La fiesta fue copatrocinada por el conservador canal de televisión Tsargrad TV, encabezado por el ideólogo de ultraderecha Alexander Dugin.
"Sí, es un día de fiesta", dijo Dmitry Rode, un ejecutivo de comunicaciones.
Diferente
El analista político Stanislav Byshok dijo:
⇒ Que esta era la primera vez que organizaban una fiesta por la toma de posesión de un presidente de EU.
⇒ El nuevo presidente no ha dado una política clara.