Una enfermedad que fue inspiración para dar inicio a mitos y leyendas fantásticas. (INTERNET)
Los vampiros son criaturas míticas que existen en mitos, cuentos y leyendas que hablan sobre seres que se alimentan de sangre, pero ahora la ciencia podría esclarecer el misterio de si su existencia es producto de la imaginación o no.
La protoporfiria eritropoyética podría ser la razón que inspiró y dio pie a las antiguas leyendas sobre vampiros, según un estudio trabajado por un equipo multidisciplinar que publicó sus resultados en la revista científica 'PNAS'.
Los expertos dicen que quienes padecen esta enfermedad presentan una notable fotosensibilidad a la radiación ultravioleta, que además provoca inflamación, ardor y enrojecimiento en la piel.
Los enfermos o pueden exponerse al sol y eso los lleva a tener que adoptar un estilo de vida nocturno. “Incluso en un día nublado hay suficiente luz ultravioleta para provocar la formación de ampollas y la desfiguración de las partes expuestas del cuerpo, las orejas y la nariz", explica Barry Paw, integrante de diferentes instituciones de la Escuela de Medicina de Harvard y uno de los autores del estudio.
El especialista señala que si la persona que padece esta enfermedad permanece encerrada durante el día y reciben transfusiones de sangre, se aliviarían algunos de sus síntomas, un hecho que podría haber facilitado al nacimiento de la leyenda que dice que los enfermos ‘consumían’ o ‘bebían’ sangre humana, que se convirtió después en característica de los vampiros.
Paw recalca que "los vampiros no son reales" y considera que lo que se requiere es desarrollar terapias para mejorar la vida de quienes tienen protoporfiria eritropoyética.