Ciudad de México ya tiene constitución

La tercera fue la vencida. En las dos madrugadas anteriores, el pronóstico de concluir había fracasado, pero en los primeros minutos del martes 31 de enero, Armando Báez, diputado del PRI, no se pudo contener más.

Antes de votar el último asunto pendiente, tomó la palabra para agradecer el apoyo de trabajadores de logística y asesores. "Se han trabajado en el Palacio de Minería mil 421 horas reales no promedio", dijo el también músico al referir la labor de las comisiones donde se cocinó gran parte del texto.

A partir de ello, los agradecimientos y felicitaciones se convirtieron en un festejo de los diputados constituyentes previo al nacimiento de la primera Carta Magna de la Ciudad.

"Habemus Constitución como usted lo anticipó señor presidente", anticipaba Santiago Creel Miranda, coordinador del PAN, quien días antes dudaba de cumplir el plazo marcado en la reforma política.

"Hemos construido juntos un nuevo proyecto de vida para la Ciudad", dijo Dolores Padierna, del PRD mientras César Camacho, coordinador del PRI auguraba que éste "es el inicio de una larga vida de democracia y concordia para la Ciudad de México".

Bernardo Bátiz, líder de la bancada de Morena, comentaba que la camaradería se encuentra en la escuela y en las batallas y "aquí hemos dado una batalla, nos encontramos en una lucha política y se estableció una camaradería".

Fueron casi dos horas de intervenciones para liberar la tensión de los últimos cuatro meses en los que parecía lejano terminar en tiempo y forma el documento.

Tan sólo en la sesión anterior, también de madrugada, la constituyente vivió uno de sus peores momentos. La Constitución aún no nacía y Alejandro Encinas, presidente de la Mesa Directiva, advertía un inminente litigio sobre el artículo 21, de las restricciones a la especulación de los desarrolladores inmobiliarios que había impugnado el constituyente del PAN, Roberto Gil.

Mejor se decretó un receso y en la tercera sesión de madrugada consecutiva, el lunes pasado, los diputados destrabaron el asunto. Lo demás sería muy fácil, aprobar 39 artículos transitorios y el preámbulo que resume la historia de la capital desde su origen mexica, escrito por Porfirio Muñoz Ledo, diputado que bien podría ser considerado el padre de esta Constitución.

Se efectuó la última votación del día, la parte sustantiva estaba lista.

Los diputados fueron a dormir y ayer martes volvieron a la Casona de Xicoténcatl, incluso cinco legisladores que días antes habían sido noqueados por la influenza. Todos se tomaban selfies, las subían a las redes sociales y a las 16:03 horas, después de aprobar unos ajustes mínimos de redacción, se concretó el trabajo de los 100 diputados.

La frase que más deseó pronunciar el presidente de la Mesa Directiva, Alejandro Encinas, por fin llegó. "Tenemos la primera Constitución Política de la Ciudad de México, muchas felicidades, debemos de estar todas y todos muy orgullosos del trabajo desempeñado", concluyó y levantó la sesión.