Negociación. David Davis y Michel Barnier en rueda de prensa sobre la segunda ronda de negociaciones.
La Unión Europea (UE) y el Reino Unido comenzaron ayer la segunda ronda de negociación para la retirada del país del bloque comunitario, un primer asalto al "fondo" del "brexit" en el que confrontarán sus posturas sobre los derechos de los ciudadanos, la factura de salida e Irlanda del Norte.
"Tuvimos un buen comienzo el mes pasado, pero ahora vamos a entrar en la esencia del asunto", dijo el secretario de Estado británico para la salida de la UE, David Davis, junto al jefe negociador comunitario, Michel Barnier.
Sin embargo, los puntos de partida a uno y otro lado del Canal de La Mancha están alejados.
Michel Barnier advirtió de las "grandes diferencias" entre las propuestas sobre derechos de los ciudadanos y criticó que la posición británica "no permite la reciprocidad", puesto que "somete a los europeos al derecho británico que impone restricciones, por ejemplo, para el acercamiento familiar".
El punto más polémico hasta ahora es el acuerdo financiero sobre la "factura" que deberá pagar Londres para cumplir con los compromisos adquiridos como miembro, que según diferentes cálculos oscilaría entre los 60,000 y 100,000 millones de euros.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johson, aseguró que su país no iba a pagar una suma "exorbitante".
Poco después, Davis dijo que "Reino Unido tiene derechos y obligaciones" como miembro.