El conseguir empleo es un problema para el cual cada quien tiene que encontrar su propia solución. Así se trate de encontrar el primer empleo o si es la sexta vezque buscamos cambiar de empleo para mejorar. El problema, el enfoque y la tarea, son muy similares en todas las situaciones de búsqueda de un empleo.
Ayer, un amigo le decía a otro: "ya no estés de flojo, ponte a trabajar. Y el otro le contestó: "pues consígueme un trabajo, yo no encuentro". La realidad es que nadie "te da" trabajo. Lo tienes que conseguir tú. Pero si para conseguir empleo haces lo que la mayoría de las personas hacen siguiendo las corrientes ordinarias, buscando a ciegas en los anuncios, respondiendo al llamado de cartelones, presentándote sin una preparación especial a cualquier empresa, sólo encontrarás desolación. Conseguir empleo no es cuestión de suerte, nunca lo ha sido.
La oportunidad de conseguir empleo la construyes tú mismo para ti. El trabajo no se te da, tú debes prepararte, fregarte bonito para hacer atractiva tu preparación y ofrecerte, por ello, antes de salir a buscar trabajo, tienes que realizar algunas tareas previas que te pueden llevar semanas de labor hacerlas. Muy pocas personas se preparan para conseguir empleo.
Tienes que estar consciente de que tu empleo debe satisfacer primero a quien te emplea. El patrón para el que trabajes tiene que hacer valer tu trabajo para que los clientes se lo paguen a él y luego él te pueda pagar a ti. En dónde vas a trabajar se conjugan varios trabajos para producir un producto o para proporcionar un servicio que los clientes están dispuestos a pagar, de ahí vendrá el dinero para pagar los sueldos.
Entre más útil sea una persona, más son las posibilidades de conseguir un empleo, la probabilidad de conseguir un empleo es directamente proporcional al valor agregado que tu propio trabajo sea capaz de dar. Necesitamos saber con certeza para qué somos útiles. Somos cada uno de nosotros quienes debemos saber en que cosas podemos ser de mucho provecho. Entre mejor sepas en que eres útil, qué es lo que sabes hacer, más fácil te será ofrecer tu trabajo y convencer a otros de que realmente vales.
Lo que vale para conseguir empleo no somos nosotros, sino lo sabemos hacer, nuestras habilidades, nuestros conocimientos y nuestra experiencia.
Es totalmente equívoco pensar que "nadie te da trabajo", eso equivale a poner un problema tuyo en manos de los demás, pero si no encuentras trabajo es porque no sabes hacer algo que a los demás les interese adquirir o pagar.
Tenemos que buscar la manera de ser útiles y convenientes a los empleadores, aprender a serle cada vez más útil a los demás en la parte medular de tener un empleo. Cuando una persona pierde su empleo por los famosos "recortes" no es por el recorte en sí, es porque lo que hacemos ya no es útil para la empresa y por eso pueden prescindir de nosotros. Tenemos que ser aportantes para la empresa, nuestro trabajo tiene que ser de valor y debemos de buscar que cada vez sea de mayor valor mediante la adquisición de nuevos conocimientos y adquiriendo nuevas habilidades que se reflejen en la excelencia y en la aportación mayor a nuestro trabajo.
Si la empresa no logra producir los productos o proporcionar los servicios con mayor calidad, mejor precio y mejor tiempo de entrega que sus competidores, tenderá a desaparecer. Si la empresa observa que nosotros le podemos ayudar a mejorar, entonces aumentamos la oportunidad de que acepte nuestros servicios para trabajar ahí.
El hecho de que tengamos algún grado de escolaridad -preparatoria, título profesional, maestría o doctorado- nunca ha garantizado que consigamos que alguien nos contrate. La escolaridad ayuda, pero tenemos que saber hacer algo útil, mostrando disposición a servir, con puntualidad, con responsabilidad y con inteligencia.
Nadie está obligado a darle trabajo a nadie. Todos tenemos la oportunidad de aprender y superarnos. Entre mayor cantidad de cosas útiles aprendamos a hacer, a más empresarios les convendrá pagar nuestra capacidad de trabajo.
