Un grupo de científicos japoneses de la Universidad de Tokio ha inventado un sensor electrónico que se puede adherir a la piel cómodamente para controlar el estado de salud de una persona a largo plazo, publicó ayer la revista británica Nature. El sensor, construido a través de mallas elásticas, se ha convertido en un invento prometedor para el desarrollo de dispositivos no invasivos en la piel, pues no causa inflamación.