El caso continúa siendo investigado. (INTERNET)
Matthew James Phelps, de 28 años, ha sido detenido por la policía de la ciudad de Raleigh, en Carolina del Norte, Estados Unidos, como sospechosos de haber asesinado a su esposa. Él mismo llamó al 911 cuando despertó bañado en sangre y vio a su mujer, Lauren Ashley-Nicole Hugelmaier, acuchillada.
Este hombre dice que el pasado 1 de septiembre tomó una fuerte dosis de medicamentos para el resfriado y se fue a dormir. "Creo que maté a mi esposa", fue lo que dijo al llamar al servicio de emergencias tras despertar y ver la escena de asesinato.
"Tuve un sueño y encendí las luces. Ella estaba muerta en el piso. Hay sangre seca en todo mi cuerpo y hay un cuchillo ensangrentado en la cama. Creo que la maté yo. Ella no se merecía esto", dijo Matthew en su confesión, publicada por ‘The News & Observer’.
La pareja llevaba casada desde noviembre pasado y Phelps estudiaba para convertirse en pastor. A pesar de que él mismo se culpa por el crimen, Bayer, el laboratorio que produce Coricidin, la medicina que tomó, asegura que "no hay evidencia que sugiera que el Coricidin esté asociado con comportamientos violentos".
La investigación del caso continúa, mientras Phelps permanece preso, acusado de homicidio.
