Una camioneta detenida y con el conductor recostado en su asiento sobre el bulevar Revolución, entre las calzadas Vasconcelos y División del Norte, alertó a las autoridades y cuerpos de rescate, pues se creía que el hombre había sufrido un infarto el volante.
Paramédicos de la Cruz Roja acudieron al lugar y tras revisar los signos vitales del chofer, concluyeron que sólo estaba ebrio y se había quedado dormido en plena calle.
Por la mañana
El insólito hecho ocurrió a las 9:40 horas de ayer cuando reportaron por medio del Servicio Estatal de Emergencias 911 una camioneta Chevrolet pick up, color negro, con dirección de oriente a poniente, detenida sobre el citado bulevar, frente a un centro comercial, en el punto donde está el semáforo para dar vuelta a la izquierda, a donde se trasladaron los elementos de Tránsito y de la Policía Municipal.
No estaba muerto...
Como el conductor no se movía ni respondía al llamado de los elementos, solicitaron el auxilio de la Cruz Roja cuyos paramédicos arribaron más tarde para revisarlo, pero determinaron que no había sufrido ningún infarto: Estaba bien dormido y ebrio.
Los agentes policiales pudieron contactar a los familiares del chofer y poco después llegó una joven mujer que intentaba despertarlo, le movía la cabeza y le hablaba por su nombre, hasta que le vació una botella con agua en el rostro y la cabeza.
La mujer dijo que el conductor se llama Édgar, de 25 años y con domicilio en la colonia Torreón Residencial.
También arribó el padre del joven y se lo llevaron en el auto de la mujer.
La camioneta fue retirada para permitir el paso.
Testigos
Varias personas observaban con temor desde la acera de enfrente lo que ocurría, ya que la portezuela de la unidad se encontraba abierta y pensaron que el chavo estaba muerto.
¡Pobre!
"¡Ay, pobre!... Y se ve joven", dijo una mujer al ver al hombre recostado en el asiento, y añadió: "Ya hasta se fue la Cruz Roja, yo creo que sí se murió".
