Fallas. El problema de la obesidad en nuestro país sigue en ascenso a pesar de los planes propuestos por el gobierno.
El plan antiobesidad implementado por el sector salud es deficiente, lo que derivó en un incremento en la incidencia de obesidad de 21.2 por ciento, concluyó la Auditoría Superior de la Federación en el análisis de la Cuenta Pública 2015.
Según el informe, apenas 6.3 por ciento de los obesos está en tratamiento y sólo 28.6 por ciento de ellos están controlados.
De acuerdo con la ASF, en el 65.6 por ciento de los estados, la detección de la obesidad fue menor a la prevista.
La Auditoría establece que la política de prevención y control de la obesidad impulsada por la Secretaría de Salud y el Cenaprece es deficiente porque no se definió de manera clara su implementación, evaluación y supervisión.
Para Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, este informe evidencia la ausencia de una política de Estado para enfrentar un problema crucial.
"Estamos ante una situación de alerta epidemiológica y no se cuenta ya con los elementos operativos y metodológicos de planeación y de acción que puedan enfrentar eficientemente la emergencia.
"No contamos con los elementos técnicos para poder enfrentar y saber si lo que se está haciendo está dando resultados. Es muy claro. Le están diciendo al sector que salud que estamos mal y estamos operando con deficiencias", alertó.
Para Luis Manuel Encarnación, representante de la Red de Acceso, que aglutina a una veintena de organizaciones no gubernamentales de atención al paciente, señala que urge que el sector salud transparente las acciones que está implementando ante la epidemia de obesidad y diabetes así como los resultados que ha obtenido.
