Se repite. En reunión de la comisión, el contralor rendiría su informe mensual, pero nuevamente no se presentó. (FERNANDO COMPEÁN)
Por segunda ocasión, el contralor municipal, Javier Lechuga Jiménez Labora, al igual que los regidores del PRI y PVEM, "desairaron" la comisión de Contraloría.
De acuerdo al Reglamento interno del Ayuntamiento, la negativa de los servidores públicos de comparecer a las comisiones amerita una amonestación, y en caso de reincidencia, se contempla que el área de Recursos Humanos aplique una sanción monetaria al funcionario, que puede ir de 10 a 30 salarios mínimos.
La reunión estaba programada para las 9:00 horas. A las 9:46, Olivia Martínez envió un justificante para no asistir y a las 10:20 horas, Lechuga informó a la comisión que a partir de ayer estaría de vacaciones, por lo que nombraría un representante en su lugar.
Gabriela Casale, presidenta de la comisión de Contraloría, consideró que Javier Lechuga ha sido omiso en sus funciones y ha mostrado gran indiferencia a sus funciones.
"No vino el director ni avisó que no venía, no vinieron tampoco dos ediles del PRI", expuso, "la Contraloría es una oficina que no ha servido de mucho en esta administración, donde se ha mantenido la opacidad y la falta de transparencia".
A la reunión sí asistieron Élida Bautista, de Movimiento Ciudadano, y Salvador Chávez, del PAN, además de la propia Casale, mientras que Rosario Rey y Olivia Martínez, del PRI, así como Pedro Rodríguez, del PVEM, no acudieron.
Casale presentó las convocatorias firmadas de recibido, desde el viernes, por parte de todos los integrantes de la comisión y el contralor. Lo mismo había ocurrido ya el pasado viernes.
