Unidad. Esa es la cancha de beisbol infantil con pizarra electrónica, pero jamás se ha jugado un juego en ella.
Siete hectáreas de infraestructura deportiva con un valor de al menos 50 millones de pesos se encuentran subutilizadas al oriente de la capital, en una zona escondida donde muchos ni siquiera conocen su ubicación a pesar de vivir tan cerca.
El polideportivo Mario Vázquez Raña fue inaugurado el 26 de agosto de 2016, luego de 10 años de construcción porque la primera piedra fue puesta durante la administración de Ismael Hernández Deras.
Esta obra deportiva tuvo una inversión en su primera etapa de 50 millones de pesos y consta de cinco canchas de beisbol, una de ellas infantil con pizarra electrónica, una de soccer, dos de futbol 7, todas con gradas, tres de basquetbol, dos de ellas con domo y una alberca techada semiolímpica, además de área de juegos infantiles, todas las canchas deportivas con pasto sintético.
En las siete hectáreas, a parte de lo ya señalado, se prevé construir en una segunda etapa dos canchas más de futbol, salones para practicar otras disciplinas deportivas y en una tercera etapa una villa para albergar a deportistas.
Sin embargo este polideportivo se encuentra subutilizado, sólo existe gente haciendo uso de alguna de las canchas los fines de semana, sábado y domingo, el resto de la semana por lo general se encuentra solo.
La alberca semiolímpica sólo se ha usado el día de su inauguración, es decir hace 11 meses y desde entonces está tapada con una lona a pesar de que tiene agua.
Este complejo deportivo fue bardeado en su totalidad con reja, sin embargo ya sólo tiene la reja original en la parte de frente y las dos laterales, ya la parte de atrás desapareció.
El costo de entrada a la unidad deportiva es de cinco pesos. La gente de esa zona oriente de la ciudad desconoce la existencia de este polideportivo, por eso no acuden al lugar a pesar de que a los alrededores existe un elevado número de fraccionamientos y colonias.
