Los niños no recibieron nada, pero se les dijo que se les remuneraría de alguna forma. (INTERNET)
Un hombre que ha confesado que por desconfiar de los bancos enterró su dinero, ha visto su plan de mantener sus lingotes de oro a salvo fallar estrepitosamente.
Hace aproximadamente un mes, unos niños que jugaban en un bosque de Baviera, en Austria, encontraron una caja con lingotes y monedas de oro. Lo llevaron entonces a la policía y se determinó que el tesoro tenía un valor estimado a los 250,000 euros.
La semana pasada, el propietario apareció a reclamar su tesoro. Él logró demostrar que era el dueño describiendo a detalle el contenido de la caja, el peso de los lingotes y el lugar exacto donde estaban enterrados.
Y aunque los niños no recibieron parte del oro, porque en teoría nadie lo perdió, el dueño del tesoro dijo que los remuneraría del alguna forma.