El estelar pitcher abridor Clayton Kershaw se mostró muy satisfecho. Chris Taylor y el antesalista Justin Turner (imagen) pegaron sendos jonrones. (Fotografías de AP)
Pese al calor, Clayton Kershaw no sudó durante su debut en la Serie Mundial, y su estupenda faena guió ayer a los Dodgers de Los Ángeles hacia una victoria por 3-1 sobre los Astros de Houston, en el primer juego del Clásico de Otoño.
Kershaw debió cambiarse el jersey empapado en sudor durante una noche en que el termómetro llegó a 39,4 grados centígrados (103 Fahrenheit). Pero logró enfriar el bateo de los Astros, con lo que siguió olvidándose de la mala fortuna que había tenido en sus años anteriores durante los playoffs.
Un jonrón de Justin Turner produjo dos carreras para romper el empate en la sexta entrada ante Dallas Keuchel. Y Kershaw tuvo control absoluto de la situación.
El as había esperado toda su carrera para que llegara este momento. Y una vez que subió a la lomita para su primer encuentro de Serie Mundial, lució como un digno heredero de Sandy Koufax, Orel Hershiser y todos los grandes pitchers en la historia de los Dodgers.
Galardonado tres veces con el Cy Young, Kershaw recetó 11 ponches, la mayor cantidad de un pitcher en un primer juego de la Serie Mundial desde 1968. Permitió apenas tres hits y no dio un solo boleto a lo largo de siete capítulos. Su tremenda curva hizo que los bateadores de Houston lucieran torpes en más de una ocasión.
El único descuido de Kershaw derivó en un jonrón de Alex Bregman que empató la pizarra 1-1 en el cuarto acto.
Chris Taylor dio la ventaja a los locales, al encontrar el primer lanzamiento de Keuchel en el duelo para disparar un cuadrangular.
Brandon Morrow resolvió a la perfección el octavo inning, en tanto que Kenley Jansen retiró en orden a los Astros en el noveno para acreditarse el salvamento, coronando una faena combinada de tan sólo tres inatrapables.
Dominantes, los relevistas de los Dodgers han lanzado 25 innings consecutivos sin tolerar anotación en esta postemporada.
El segundo juego está previsto para hoy. Justin Verlander, el Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, subirá a la lomita por los Astros, para enfrentar al zurdo Rich Hill.
Un nuevo fanático
Los Dodgers sumaron un nuevo fanático en la antesala de su primera Serie Mundial desde 1988.
El hijo del receptor cubano Yasmani Grandal, Yasmani Ryker Grandal, nació el lunes en Arizona. Grandal se reincorporó al equipo el martes para el primer juego contra los Astros, aunque sin estar en la alineación titular. En 1988, luego que los Dodgers conquistaron su último título de la Serie Mundial, su futuro cátcher Grandal nació el 8 de noviembre.
"Es medio extraño como una cosa puede tener una relación con otra", dijo Grandal. "El que haya nacido justo antes de empezar, le tendrá que decir que compartimos algo especial". El nacimiento del bebé se dio en un momento oportuno, dado que Grandal pudo estar con su esposa Heather para el alumbramiento.
"Estaba bromeando con mi esposa de que iba a tener que contactarla por Skype desde el camerino si daba a luz, y nosotros jugando en la Serie Mundial", indicó Grandal.
Ahora, tanto madre como bebé estarán observando desde Arizona, donde Grandal confía que su hijo pronto irá tomándole gusto al béisbol.
"Ojalá y llegue a las Grandes Ligas", señaló Grandal.
Otro bebé en camino para los Dodgers es el del jardinero cubano Yasiel Puig, cuya novia está por dar a luz.