Comparación. Por desgracia, Durango sigue teniendo pobreza y rezago social marcados.
Para el secretario de Desarrollo Social en el Estado, Marcos Cruz Martínez, Durango sigue siendo el "Chiapas del Norte" porque sus índices de pobreza extrema son muy semejantes a los de esa entidad, con más de cien mil habitantes, mientras que el rezago social también refleja pocos avances en los esfuerzos para su combate.
Desde su perspectiva, los avances y logros que en abatimiento de pobreza se "presumieron" en el sexenio pasado no corresponden a la realidad.
Tan sólo hay que tomar en cuenta que el 21 por ciento de la población duranguense se ubica en condición de carencia alimentaria, lo cual significa que un número equivalente al número de habitantes de Gómez Palacio no recibe las tres comidas diarias en todo el estado.
De los 1.7 millones de habitantes de la entidad, el 16.5 por ciento tampoco tiene acceso a los servicios de salud.
"Son algunos números claros y duros que nos colocan en esa posición, igual que otros estados muy pobres como Guerrero y Oaxaca".
Consideró que igualmente pobres son los resultados de estrategias como la Cruzada Nacional contra el Hambre, pues en los dos últimos años Durango escaló en la medición de pobreza alimentaria al pasar de 19.5 por ciento de su población al 21 por ciento.
El panorama se complica al tomar en cuenta que el éxodo de connacionales de Estados Unidos se incrementará este año y esto acentuará la necesidad de recursos, los que hasta ahora han sido mal orientados.
Y es que en lo general, según dijo, el gasto social en el país se ha "partidizado", es decir que se ha destinado a la clientela de esos partidos políticos.
Esto se refleja en el hecho de que hace 10 años se destinaban 72 mil millones de pesos al gasto social en 84 programas; actualmente son 951 mil millones de pesos para 350 programas sociales, pero el número de mexicanos en condición de pobreza se elevó de 53.5 a 55.3 millones.
"Es contradictorio, y demuestra además una dispersión en el gasto social que ejercen los tres niveles de gobierno, pues los programas no están alineados ni articulados".