Por casi dos horas ‘Conversaciones con mamá’ desató risas y movió sentimientos con las ovacionadas actuaciones de Lavat y Ochoa en esta historia del hijo en crisis y la madre que se niega -con sutileza- a abandonar el lugar porque su nuevo novio vive con ella. (EL SIGLO DURANGO)
‘Conversaciones con mamá’ llegó a Durango. La obra en dos actos, no fue una puesta en escena convencional, pero sí tan natural y familiar que conmovió a una numerosa audiencia en el Teatro Ricardo Castro.
19:15 horas. En un pequeño departamento surgieron a través de las palabras de ‘mamá’ -el papel de la primera actriz Queta Lavat-, los sabores y olores de la cocina, las tardes de lluvia, los recuerdos más entrañables y dolorosos, la honestidad de los sentimientos y las rarezas que guarda el amor.
‘Jaime’ -interpretado por Jesús Ochoa- desbordó en el escenario la tristeza y desesperación de un hombre que perdió su trabajo y ahogado en deudas y crisis familiares decidió vender el hogar de ‘mamá’ para mantenerse a flote, pero también la sorpresa de un hijo al enterarse que su madre tiene un novio, ‘Gregorio’... y es argentino.
Por casi dos horas ‘Conversaciones con mamá’ desató risas y movió sentimientos con las ovacionadas actuaciones de Lavat y Ochoa en esta historia del hijo en crisis y la madre que se niega -con sutileza- a abandonar el lugar porque su nuevo novio vive con ella.
Entre rabietas, fuertes revelaciones y giros inesperados en una conversación con altos y bajos, los personajes sacan a relucir con humor blanco temas como el odio hacia las suegras, los chistes ante la cercana muerte y hasta anécdotas de las_“amantes y las cornudas”, dudas del pasado que quedaban por resolver, el miedo a perder lo que se tiene -o no se tiene- y el ‘sexto sentido’ de las abuelas hacia los nietos, pero todo con un mensaje muy claro: nunca es demasiado tarde para iniciar una conversación y decir lo que jamás se ha dicho como una forma de sanar el interior.
La obra inspirada en el multipremiado filme homónimo argentino del mismo nombre, llegó a su fin. Ambos actores se pararon en el centro del escenario para agradecer a los duranguenses su presencia, pero fue al revés. El público fue quien agradeció con una larga ovación de pie.
“Son un público 'a toda madre'. Vamos a volver con esta obra y díganles a los que no pudieron asistir que si no vienen no tienen... ¡Buenas noches!”, se despidió Ochoa acompañado de Queta, listos para ofrecer una última función.
