CÓMO FAVORECER LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PERSONALIDAD SANA EN TUS HIJOS
En las columnas anteriores, fueron expuestos algunos puntos necesarios para que los padres propicien la construcción de una personalidad equilibrada en sus hijos: amor y seguridad, respeto mutuo, controlar el uso de los medios de comunicación, enseñar con el ejemplo y explicación, y utilizar el cuestionamiento para promover el pensamiento moral e intelectual de sus hijos. A continuación, serán explicados dos aspectos más que sumarán ocho de una lista de los diez propuestos en publicaciones precedentes:
1. Delegar responsabilidades.
La palabra responsable proviene del latín responsare, que significa responder (Real Academia de la Lengua Española, 2017). Por lo tanto, ser responsable supone la capacidad de responder ante personas o situaciones. Es decir, un individuo con responsabilidad muestra la habilidad para responder adecuadamente por los resultados de su actuar. Tal vez la definición parezca aplicable únicamente en la vida adulta, pero no es así. Un niño puede aprender a ser o no responsable. Ello depende de la libertad que los padres le otorguen para asumir consecuencias de sus actos. Tal vez a un infante no debe otorgársele la responsabilidad de elegir su atuendo cuando éste implique el cuidado de su salud. Sería insensato permitirle enfermarse por decidir no usar chamarra en tiempo de frío y así hacerle responsable de su elección. Sin embargo, existen situaciones en las que es conveniente que un niño pequeño lidie con la decepción y efectos de sus decisiones. Por ejemplo, en la escuela existe la regla de "no llevar juguetes al aula", y tanto la profesora como la madre, le han explicado el porqué de esa norma y las secuelas de hacerlo. Aun así, el niño guarda juguetes en su mochila a escondidas. Si la maestra le retira el objeto como cumplimiento de una regla, mamá debe apoyar y permitir el curso de los hechos. En ningún momento es conveniente que mamá intervenga o interceda por él, aun así el infante haga lo imposible por tener su juguete de vuelta. Este "sufrimiento" implica para el niño un aprendizaje. Más allá de comprender una regla, aprende a un nivel incipiente, pero importante para él, hacerse responsable de una decisión y manejar una dosis de estrés y frustración.
Por lo tanto, los padres que delegan responsabilidades a sus hijos desde edades tempranas, están fortaleciendo sus habilidades emocionales y preparándolos para hacerse cargo de sus acciones cuyas consecuencias sin duda, sobrepasarán perder un juguete como en el citado ejemplo.
2. Ayudar a establecer metas.
La idea de la alcancía es una excelente opción para enseñar a los niños a alcanzar metas mediante el ahorro. El deseo por un juguete o un paseo en especial motivará al menor a desarrollar la habilidad de sustraerse de goces breves para lograr una satisfacción mayor. Otorgarle al niño un ingreso semanal para que él lo administre y recordarle su meta de ahorro cuando esté en el centro comercial a punto de comprar unas galletas parecidas a las que tiene en casa, es un ejemplo del apoyo que los padres pueden brindarle. Además, acordar días de revisión del avance en el objetivo y otorgarle estímulos durante el camino son estrategias eficaces para alcanzar su propósito.
Al concluir, además de tener la dicha de ver al niño feliz por el premio fruto de su esfuerzo, la satisfacción experimentada de brindarle la oportunidad de ser constante y aprender a luchar por sus objetivos y darle un sentido a sus acciones perdurará, ya que estas enseñanzas podrá aplicarlas en otros ámbitos de su vida.
En resumen, las oportunidades que tenga el niño para ser responsable y alcanzar metas son otorgadas principalmente por sus padres, y aunque ambas conllevan una cuota de sufrimiento y privación, las ganancias que proveen estas acciones son incalculables cuando se trata de aprendizajes y habilidades indispensables para la conformación de una personalidad sana y cabal.
Espera leer la próxima semana los últimos dos aspectos que realizan los padres para favorecer en sus hijos la construcción de una vida feliz.