El camino hacia el arte
Un paisaje es un género pictórico en el que usualmente se abordan temas de la naturaleza; valles, montañas o desiertos pueden ser ejemplos de ello, por lo regular se hace un apartado en esta categoría con respecto al paisaje urbano, que pese a que retratan ambientes las características de ambos difieren ampliamente.
Los primeros tienen una aceptación considerable ante los espectadores, de hecho es interesante como un paisaje puede atrapar al público y dejarlo inmerso en la observación de detalles durante el recorrido visual.
Ya con una denominación de expresión artística las primeras que encontramos en el devenir de la historia del arte, se encuentran en la pintura rupestre, son los primeros escenarios naturales representados, quizá con motivos distintos a los de otras épocas pero ello habla de un género que ha perdurado entre los interés del ser humano, en gran medida podría deberse a esa necesidad de conocer el entorno y la relación necesaria de convivencia -que en algunos casos representaba la misma supervivencia-
En México la diversidad de ecosistemas brinda espacios que son magníficos de apreciar ya que cuenta desde bosques tropicales y de coníferas hasta los desiertos del norte del país, por ello algunos artistas los han plasmado directa o indirectamente.
El paisajista mexicano por excelencia es José María Velasco quien muestra en su obra el Valle de México uniendo el paisaje natural con la actividad cotidiana del campo. Por lo cual mucha de su obra cuenta una narrativa sencilla de seguir y que brinda la posibilidad de hacer recorridos más que visuales como imágenes mentales que forman parte la historia que se está contando.
También entre su obra podemos encontrar una interacción sutil pero que se hace presente del entorno aun en su mayoría rural, pero con un creciente aumento de industrialización o tecnología. Un ejemplo es el tren que avanza entre un ambiente aun deshabitado, lo cual haría un gran contraste si quisiéramos ver el mismo sitio actualmente.
Quien también abordó los paisajes, pero de una forma menos convencional y con un mayor interés científico es Gerardo Murillo, mejor conocido como el Dr. Atl, quien plasmó el paisaje de volcanes desde una vista aérea, idea revolucionaria tanto en el arte como para el estudio de los mismos.
Es peculiar la forma en nos atrae un paisaje, sea algo cercano a nuestro entorno o alguno que se encuentre en un lugar totalmente alejado puede ser una de las razones con mayor peso de que el género pictórico siga vigente, aun con las variaciones que naturalmente podrían esperarse según la época en que sea tratado. Y reconocer a su vez el impacto que tiene en tendencias artísticas que son más actuales, pero que se sirven del paisaje como materia prima de su ejecución como podría ser el land art.
Este perdurar a través del tiempo, también implica una conexión con el individuo, que genera en la persona el observar un paisaje. Las preguntas que derivan de esta reflexión se acercan más a estudios psicológicos, evolutivos y sociales. Pero también son un nexo con la valorización de los recursos -tanto naturales como creados por el ser humano- con los que cuenta el entorno próximo. Ver en calidad de obra de arte un paisaje que sea cotidiano y refleje un ambiente que nos resulte familiar da la oportunidad de reflexionar sobre el valor que le otorgamos al contexto en el cual nos encontramos incluso permite conocer mejor aquello que pese a tener cerca damos por hecho que ahí está, le restamos atención.