EL CAMINO HACIA EL ARTE
El impacto de ser testigo de una obra que impacte es una de las sensaciones que llenan la experiencia de ser con los demás, esta cualidad que el ser humano posee es una herramienta que le permite ser sensible a estímulos tanto de la percepción como emocionales por parte de los demás, en ocasiones esta característica es llamada empatía, pero ¿cómo es entendida la sola idea de ser empático a una obra de arte?
Regularmente cuando una pieza se cataloga como obra de arte, se sobreentiende que sus características y procesos se encuentran en un nivel distinto a lo que el común de la población podría realizar, sin embargo esta exaltación no es lejana de los procesos que se realizan para la solución de problemas que resultan de situaciones que pueden considerarse cotidianas.
El denominado proceso creativo es el espacio en el cual -tanto, obras de arte o problemáticas diarias- son estudiadas y llevadas a cabo. La creatividad y su uso son ampliamente estudiados por la psicología, que propone formas poco convencionales de solución de problemas y que aboga por las diversas maneras de abordarles. En términos técnicos son el pensamiento lateral o divergente y las inteligencias múltiples.
Generalmente los estudios realizados se enfocan en la biografía y obras de artistas por la manera en que organizan la información para crear opciones innovadoras en sus ámbitos de labor. La cuestión se encuentra en el cómo unir el proceso de creación de una obra de arte con la forma de pensamiento lateral.
Lo primero, para abordar una obra se consideran muchas posibilidades, y se someten a comprobación más que para descartar es para generar opciones, esto mediante el cuestionamiento. Hacer preguntas que reten las alternativas permite enfocar desde distintos puntos una misma situación.
Esta metodología de trabajo actualmente es promovida en el ámbito empresarial, sin embargo es parte fundamental del proceso creativo del artista incluso es observable cuando el espectador se hace preguntas al respecto de la obra, desde el ¿Cómo se le ocurrió hacer eso? Hasta el ¿Cómo logró que funcionara? Si se contrasta esta forma de encarar un proceso artístico con la historia del arte es posible darse cuenta de que las innovaciones que han marcado hitos en el devenir histórico y que son producto de este proceso.
Desde el uso del escorzo para que la figura humana se viera menos rígida y tendiera más a la naturalidad o el sfumato que fue empleado para crear capas atmosféricas a la distancia en las obras del renacimiento, también se puede hacer mención del uso de la perspectiva para crear espacios en profundidad en superficies planas.
Estos momentos cumbre son producto del pensamiento lateral puesto en práctica, no obstante existe una característica que les dota de la cualidad de obras de arte, a diferencia de la resolución de eventualidades cotidianas, y esa característica específica es la intencionalidad de que sean una pieza de arte. Es decir tener claro en la conciencia que el objetivo último de la obra de arte sea precisamente un fin artístico.
El hecho que la razón de ser de una obra de arte se encuentre en este objetivo último, existe ese espacio en el que cabe la posibilidad de la fascinación y la reflexión a partir de experimentar ese cuadro, escultura o cualquier otra forma de arte que nos acerca a los aspectos que compartimos como humanidad y enseñan a ser empáticos con los demás.