EL CAMINO HACIA EL ARTE
El desarrollo de las artes en México es una variada combinación de elementos clásicos traídos de Viejo mundo que trataron de inculcar, en las jóvenes generaciones interesadas en las artes, mediante la Academia de San Carlos y la carga cultural impregnada desde antes de la conquista. Este abanico de matices propició un imaginario auténtico de los artistas nacionales y que aún sigue fascinando.
Situando el simbolismo como contexto de un movimiento que partió de la literatura y que influenció la obra pictórica de otros artistas es posible crear conexiones entre lo dicho por los llamados poetas malditos como Charles Baudelaire con las misteriosas y oscuras imágenes que nos presenta Julio Ruelas, creador gráfico cuya importancia de su obra reside principalmente por ser un destacado representante del simbolismo y cumbre del romanticismo en el país.
Entre sus obras se encuentra pintura, grabado e ilustración, los cuales trabajados con una técnica depurada en la Academia de San Carlos aunado a una temática controvertida en una época de mesura dan como resultado imágenes surreales que intrigan al observador.
Con respecto a su obra en concreto, fue un asiduo ilustrador de la Revista Moderna, espacio en el cual era un espacio en el cual se publicaban escritos del modernismo así como ilustraciones de la misma temática, la cual daría paso a ser la llamada Revista Azul.
"La crítica" (1906) es un autorretrato de frente, en el aparece un ser de extrañas formas posado en su cabeza, con garras y orejas picudas que recuerdan el peso que esta tiene sobre los autores y artistas, pese a que Ruelas tenía una opinión favorable hacia su trabajo principalmente a sus ilustraciones de la Revista moderna que mostraban imágenes novedosas en las que se encontraban remembranzas de lo que veía en sus viajes a Europa como alumno destacado de La Academia de San Carlos.
En "La llegada de Jesús Luján (…)" es una alegoría de como un mecenas es recibido por los creadores de la revista cada uno ataviado con algo que lo distinga.
Otra de sus obras más características es "La domadora" quizá una de las más representativas y que marca un cambio radical en lo esperado del arte y la forma en que contrasta con el modernismo
Julio Ruelas falleció a la edad de 37 años en París, sus restos se encuentran en el Cementerio de Montparnasse. Bajo la escultura de una musa doliente que sufre la partida del artista, obra que representa la emocionalidad de las obras del mismo Ruelas, cuya autoría pertenece a Domínguez Bello, que rinde un acertado tributo a quien fue hito en la gráfica mexicana.