EL CAMINO HACIA EL ARTE

"El propósito de la existencia humana es encender una luz en la oscuridad del simple ser"

C.J. Jung.

Cuestionamiento y reflexión son por excelencia los componentes fundamentales de la filosofía -el camino del saber- camino por el cual los pasos de la humanidad han ido uno tras otro; no sin encontrar un tropiezo, un salto o emprender una carrera de la cual somos responsables. Quizá la palabra filosofía pueda asemejar algo lejano o de tiempos remotos, la imagen del filósofo griego ilustra esta situación de manera esplendida.

Sin embargo la filosofía no se quedó en las calles de la antigua Grecia, tampoco es exclusiva de los actuales recintos universitarios, que si bien promueven este ejercicio no privan a otros espacios o lugares de la acción filosófica.

Incluso el mero cuestionamiento que es el principio con el que trabaja la razón, puede catalizar en un hogar, en una calle o en un estudio o taller de arte. Y cuando ocurre en este último sitio en particular, lleva a procesos que superan las fronteras de campos específicos de estudio. En parte por la dinamización del proceso creativo que se ve realizado en una producción artística.

Pero, si se comienza con el cuestionamiento es una similitud interesante con la del proceso creativo -empleado en la realización de una obra artística, que tampoco es exclusivo de este rubro- si bien los expertos han descrito diversas fases en dicho proceso es posible coincidir que el momento con el que inicia es el de organización de información, es decir, identificar lo que se quiere hacer y vincularlo con la manera de realizarlo. Del mismo modo hay periodos de evaluación en los cuales se reflexiona sobre si aquello que se ha llevado a cabo coincide con la idea original o si se toma la decisión de generar adaptaciones o cambios.

Todo este proceso mental que surge por alguna inquietud del artista es la materialización de un tiempo de reflexión -filosofía. Si bien existe la filosofía del arte, ella estudia los aspectos trascendentales de las obras artísticas en general el artista toca estos temas en el momento de la creación de la pieza, quizá sean dos momentos cronológicamente opuestos que coinciden. Ya que ambos pretenden desde dos puntos de vista distintos encontrar los fines últimos de una obra de arte.

Esta situación no contempla únicamente las artes plásticas, en la danza o la música y otras disciplinas, ocurre lo mismo.

Es importante considerar esto cuando se hace un recorrido por la historia del arte, ya que conocemos piezas clásicas que forman indudablemente parte del recorrido histórico-artístico de la humanidad. Pese a que la producción de obras es mayor de las que se tiene registro se presentan diversos factores que hacen que unas de ellas perduren en la memoria colectiva, pasan a través del tiempo y los cambios culturales de las civilizaciones. Ese sería un punto de reflexión sobre las piezas que de alguna manera han consolidado la trascendencia, vinculando las palabras de Kandinsky sobre los artistas a este hecho, el consideraba al artista como alguien sensible a los tiempos, la cosmovisión tolteca los veía como aquel que dialogaba con su corazón y desde este perspectiva se une con la idea del filósofo aquel que entabla diálogos, esa persona que está dispuesta estar en el camino, en el aquí y ahora.

Ser esa metáfora del ser que alumbra el camino mediante la búsqueda, solo que sus métodos son sus herramientas con las crea arte.