El camino hacia el arte
¿Qué es la realidad?, pregunta que toma de muchos campos para buscar una respuesta pero que en cada uno encuentra más y más preguntas.
Podemos asociarla con lo que vemos pero ya la filosofía nos advierte que "nuestros sentidos nos engañan" también podríamos abordar la realidad como la experiencia, sin embargo cada persona comprende su experiencia desde muchos matices que le permiten significarla de formas diferentes, por otra parte las ciencias proporcionan nuevas perspectivas que más que aclarar dudas, nos fascinan con mayor número de cuestionamientos.
En la historia del arte, el afán de plasmar aquello que nos es familiar ha sido una constante, que nos es recurrente desde la época de las pinturas rupestres. Quizá una necesidad de perpetuar la experiencia más allá de los límites de la vida de un ser humano.
Con el paso del tiempo se fue refinada la técnica hasta tener representaciones tan fieles a la lógica de la realidad que bien pasan como extensiones, incluso de las mismas habitaciones donde se encuentran. La perspectiva fue un gran logro obtenido y sea mediante el cálculo matemático o la observación. Sin embargo el progreso científico y tecnológico pronto brindo herramientas que podían de una forma más sencilla lograr el mismo resultado. Lo cual dio pasó a que el arte fuese más flexible en sus formas de representación, de ahí surgen las vanguardias con su amplitud de expresiones.
Es interesante como la misma historia nos sorprende con una dialéctica de eventos, ya que en la actualidad y desde los sesenta y setenta se ha retomado ese deseo de traspasar al lienzo principalmente la figura humana y objetos varios con una fidelidad semejante o mayor que el de una fotografía, este movimiento es conocido como hiperrealismo y en México se encuentra un exponente de esta corriente artística, precisamente es Guadalajara.
Su nombre es Omar Ortiz, licenciado en Diseño, domina diversas técnicas, pero la que más emplea en su obra es el óleo al considerarlo en sus palabras -el más noble de ellos- composiciones sencillas en las que destaca la figura humana de la cual podrían confundirse con modelos que estuvieran posando en tiempo real, principalmente por el cuidado que tiene al trabajar la piel que cubre con matices y juegos de luz que más que realzar proveen de gran naturalidad su percepción. Además los fondos empleados con texturas contrastan suavemente con la figura central, lo que hace la ilusión de estar frente a alguien, una experiencia más real.
Omar Ortiz ha tenido exposiciones tanto individuales como colectivas, no sólo en la República Mexicana en los estados de Jalisco, Sinaloa y el Distrito Federal, también fuera del país en lugares como España, Holanda, Reino Unido, Taiwán y Grecia.
Lo cual lo enmarca como un artista mexicano cuya obra tiene presencia internacional.
Más que interesante es ver la manera en que se retoman están formas de representación desde una óptica diferente a como se hacía en los tiempos de experimentación y sobre todo que artistas nacionales optan por este movimiento y que al conocer su obra es una forma de conocer el arte nacional que actualmente se hace y que es reconocido por muchos y que no todos en el país conocemos.
