Diseñadora de modas Marialuisa D. Chávez. Foto: Notimex/ Alejandra Rodríguez
Si bien los diseños de Marialuisa son muy estilizados, se apartan de los estándares de belleza de las modelos delgadas, mas ese no es el único tópico sobre el que pronuncia o fija postura.
Originaria de la Ciudad de México, es una de las diseñadoras más consolidadas del país. Egresada de la escuela de Decoración de Interiores y Diseño de Modas de la Universidad Motolinía, su profundo amor por México está plasmado en sus creaciones de alta costura, las cuales integran elementos hechos por artesanos nacionales en un lenguaje único y lleno de color.
Para explicar una parte de su ideario debe abordarse el tema del sincretismo, un fenómeno que ha venido creciendo en diferentes disciplinas artísticas.
El diseño textil no es la excepción, tonalidades y tradiciones de bordado heredadas por los pueblos originarios son fusionados por diseñadores contemporáneos en trabajos que o son comercializados o son forjados como piezas destinadas a formar parte de alguna exhibición artística.
Si bien los diseños de Marialuisa acusan líneas estilizadas, se apartan de los estándares de belleza de las modelos delgadas, mas ese no es el único tópico sobre el que pronuncia o fija postura. En su labor escultórica con maniquís, por ejemplo, reserva algún ángulo para la crítica. Como muestra, una obra que guarda en su taller de la Ciudad de México. El rostro es la tradicional calavera, pero su intención va más allá de un simple recurrir al símbolo habitual, el objetivo es mantener activa la memoria colectiva, un acuse de cuerpo presente porque en territorio nacional los feminicidios son una mancha oscura que se conserva fresca.
Sus maniquís cuentan historias, recuerdan personajes de la cultura mexicana como La Llorona, abordan momentos históricos como la Revolución Mexicana, o evocan elementos como el agua que a su vez remiten al público a destinos tan ligados a ese elemento, verbigracia, el puerto de Veracruz.
ÉXITO FRANCÉS
La diseñadora fundó hace más de cuarenta años la Compañía D´Chávez y desde entonces ha cerrado tratos con más de tres mil empresas entre las que resaltan las principales líneas aéreas, navieras, constructoras, financieras y algunos de los más importantes hospitales de México.
Exposición Fantasía Étnica. Expresión y Pasión. Foto: Notimex/Alejandra Rodríguez
En 2014 creó el concepto de una exposición de moda étnica en Italia y, junto con el escultor Sebastián, desarrolló un innovador concepto que recibió el nombre de Moda Escultórica, la cual se presentó con gran éxito en el Espacio Cardin en París. El reconocido diseñador francés Pierre Cardin dedicó a los dos creativos mexicanos comentarios en los que celebró el talento y la personalidad depositadas en la colección.
La inspiración para crear vestidos tradicionales de alta costura en colaboración con artesanos, afirma Marialuisa D. Chávez, proviene de ese México que es color y cultura, propiedades que se conjugan en una exhibición que lleva por título Fantasía étnica. Expresión y pasión.
La también artista plástica explicó que está muestra incluye 17 vestidos tradicionales de los armarios de Oaxaca y Chiapas así como de los bordados de Guatemala, y 30 esculturas en textil maché. Hasta el fin de año se podrán apreciar las obras en la Casa del Risco también conocida como Centro Cultural Isidro Fabela en la capital del país.
“Confieso que soy apasionada de dos estados de la República Mexicana, tiene una riqueza brutal y no es por menospreciar a los demás, México está lleno de cultura e inundado de arte, mas en este caso están Oaxaca y Chiapas, los más significativos en mi obra”, explica la creadora mexicana.
Un ingrediente centroamericano que integró en su exposición, a través de la vestimenta, fue Guatemala. Las razones se encuentran en su colorido y en que es muy similar a la del vecino al norte del Suchiate, sobre todo por sus legados prehispánicos y por la cercanía geográfica.
La confección de los vestidos que se exhiben en ésta propuesta museográfica implicó un periodo de entre seis y ocho meses junto a las manos artesanales que participaron así como dos años y medio de labor en los torsos.
CREACIÓN COMO EXCUSA
Según explica la maestra Chávez, la creación de un vestido se realiza por etapas, la tarea de diseño es muy rápida en tanto que, a la hora de intervenir, se deposita en la pieza la vida, la vista, los sentimientos, las penas. Esto es lo que tiene más valor y en lo que se invierte un tiempo arduo ya que el objetivo es resaltar ese detallado bordado o deshilado.
“Es toda una complicidad, algo muy destacado de esta labor es que todo está hecho a mano, por ello, en algunas ocasiones, les recomiendo que trabajen sobre todo en telas que duren, que no se despinten o se encojan, siempre les digo que busquen buenos materiales, porque tienen esa libertad”, explica la fundadora de Compañía D´Chávez. La intención es que las piezas sean perdurables, tanto como para considerarlas de colección.
Cada una de las creaciones de seda contiene sus elementos distintivos, grecas propias de la identidad cultural del país, unas portan sus flores y otras llevan consigo figuras como la calavera. Es especialmente fecundo el uso de los colores mexicanos, pigmentaciones que contribuyen a presentar productos únicos.
En 2015, Marialuisa inauguró Fantasía étnica, una colección de arte y moda en el Museo Nacional de Antropología, que también se movió al Museo Taller Erasto Cortés Juárez de Puebla; la mayoría de las piezas exhibidas, además de haber sido producto de la colaboración con artesanos mexicanos, llamaron la atención por la alta factura de su trabajo.
“Una fuerza incontenible me abraza al crear, mediante figuras étnicas y el juego con los materiales que se mezclan, texturas y pensamientos de las mujeres indígenas sin rostro, que evocan la sutileza de sus miradas, sus lánguidas sonrisas que se plasman en tejidos y bordados”, subraya.
Más proyectos distinguidos de la creadora capitalina han sido portados por cinco delegaciones mexicanas de deportistas en otras tantas ediciones de los Juegos Olímpicos.
Además de su propuesta textil, prepara una serie de obras en homenaje a los protagonistas de la literatura mexicana. En la mira tiene a poetas y escritores que han alimentado tanto su identidad como su imaginación.
