Quiero dedicar este espacio con mucha admiración, a mi buen amigo el Ing. Gerardo Chávez después de que ya la libró y que es un seguidor de la NFL y que el domingo pasando, estuvo guardando su adrenalina viendo los partidos de campeonato de conferencia nada más mordiéndose las uñas.
Años atrás y de todos es sabido, el juego de las estrellas del futbol americano profesional, se llevaba a cabo una semana después del Súper Domingo en Hawaii, pero después la liga optó por que el llamado Pro-bowl, se realizara una semana antes del partido por el trofeo Vince Lombardi argumentando que, la mayoría de los jugadores, sólo se iban de pachanga y que el encuentro que reúne a la crema y nata de los mejores elementos del deporte de las tackleadas, quedaba en segundo término.
Y sin poder encontrar un remedio a esta situación, primero se ubicó como sede, a la misma ciudad donde se concentra toda la atención el primer domingo de febrero y que, los que saldrían como entrenadores en jefe, serían estrellas ya retiradas de los emparrillados, pero para este año, ya se regresó a la antigua forma como se jugaba anteriormente (por lo pronto) con jugadores de la AFC contra elementos de la NFC.
Durante tres años, dos capitanes elegían a jugadores de cualquier conferencia como si se tratara de un draft, pero es evidente de que si hay algo de que a la liga no le puede poner un recurso a toda su infraestructura, es precisamente el poder tener el juego de las estrellas como la cereza al pastel una vez que termina la temporada, aunque a muchos les fascina la idea de ver reunidos a toda una constelación de jugadores estelares y a la gran mayoría, le motivaba la ilusión de ver también a aquellos que disputaron el partido grande y que eran dirigidos, por los entrenadores en jefe de los que cayeron en el encuentro por el campeonato de conferencia.
La Florida no hospedaba un cotejo de esta naturaleza desde el 2009 cuando se realizó en el Sun Life Stadium, ubicado en Miami Gardens donde la Conferencia Americana, venció 41-34 a la Nacional y en esta ocasión, será en el Camping World Stadium que se ubica en Orlando, pero ya se sabe que por lo pronto, no estarán los elementos que habían seleccionados previamente, tanto de los Patriotas como de los Falcones, entre ellos a Tom Brady de Nueva Inglaterra, así como a Matt Ryan, Devonta Freeman y Julio Jones de Atlanta.
Después de su gran temporada, los Raiders son los que envían más jugadores destacando Amari Cooper y Khalil Mack quedando fuera debido a su lesión, el mariscal de campo Derek Carr, mientras el más valioso del Súper Tazón del año pasado el apoyador de los Broncos Von Miller, también estará participando, así como su compañero el esquinero Aqib Talib.
Antonio Brown de los Acereros, se une a este grupo al igual que Le→ Veon Bell (aún es duda después de que no terminó el domingo anterior en Foxboro) mientras que por la Nacional, el novato sensación Ezekiel Elliott de los Vaqueros, Larry Fitzgerald de los Cardenales y el que es a mi gusto, el mejor esquinero como Richard Sherman de Seattle, está dentro de lo más destacado.
Jason Garrett de los Vaqueros y Andy Reid de Kansas, serán los que estarán fungiendo como entrenadores en jefe.
Rjcerpa@hotmail.com
