Sin el afán de ofender al pugilismo pero todo se ve que, la lucha en que el Doctor Wagner Jr. pierde la identidad ante Psycho Clown, resultó más atractiva y llena de dramatismo (aunque muchos digan que es circo, maroma y teatro) que el churro tan denigrante que ofrecieron Floyd Mayweather Jr y Conor McGregor en donde una vez más, el boxeo se presta a sólo querer mostrar que, lo único que les interesa, es llenar sus arcas de billetes verdes sin importarles, en lo más mínimo, lo que el aficionado pueda pagar por un espectáculo que, de antemano, ya se preveía como un fraude peor de los que estamos acostumbrados a ver los aficionados en varios ámbitos de la sociedad.
Teniendo la edad de 14 años, me disponía a ver algo que quizá pasaría mucho tiempo de que volviera a ocurrir como fue la pelea entre Muhammad Alí y el luchador japonés Antonio Inoki donde el oriental, se la pasó casi toda la pelea en el piso mientras que el desaparecido peleador norteamericano, sólo se concretaba a buscar un descuido del asiático para terminar con el engaño del que fuimos presa.
Tanto el llamado "Money" como el irlandés, sólo se mantuvieron con una postura de pedantes diciendo una barbaridad de vulgaridades, idioteces y propuestas lo que, los más ingenuos, se lo creyeron pero era evidente de que ante toda esta falsedad, era más cierto que el Santa Claus aparezca la noche del 24 de diciembre en todas las casas del mundo, en que estos dos estafadores dieran una función digna de un deporte que en ocasiones brilla por luz propia.
Y a pesar de que McGregor dio muestra de que tal vez la situación pareciera de que iba a desquitar lo mediático por todo el montaje cuando en los primeros asaltos le envió duros golpes al norteamericano, su empeño comenzó a mermarse al correr la pelea porque entonces, disminuyó la pasión y sólo se concretó a que le apedrearan el rancho quedándole como remedio, los golpes a la nuca de Mayweather.
El combate, que se formaba como un show, pues simplemente eso fue lo que sucedió ya que, el irlandés, no tenía los argumentos que se necesitan en este deporte tal como enviar fuertes golpes, tener un buen juego en las piernas (aunque en ocasiones aparece uno que otro payaso) y carecía de ganchos y volados para intimidar al rival.
De esta manera, el boxeo deja mucho que desear ya que, como todos sabíamos, el norteamericano anunció que sería su último combate superando el registro del legendario Rocky Marciano de 49-0 siendo la vez anterior que había ganado antes del límite, fue en septiembre del 2011 en contra de Víctor Ortiz que también resultó, con un final controvertido ya que, cuando el de ascendencia mexicana se encontraba con la guardia baja, el "Money" le asestó un garrotazo.
Y después de todo este bochornoso espectáculo y como aún estamos en la parte final de agosto, siempre me quedaré que la mejor (para mí) pelea de todos los tiempos y aún superando la del "Manos de Piedra" Durán cuando en la primera pelea le ganó a Sugar Ray Leonard, fue la del 21 de agosto de 1981 cuando Salvador Sánchez (q.e.p.d) se consagró ganando por KO a Wilfredo Gómez.
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