Los resultados del estudio El Índice de Paz México (IPM), arrojaron que en el 2016, los indicadores de presos sin condena no mejoraron. (ARCHIVO)
Los resultados del estudio El Índice de Paz México (IPM), arrojaron que en el 2016, los indicadores de presos sin condena no mejoraron, al deteriorarse en este año en un 16 por ciento, destacando Durango y Coahuila como los estados con mayor número de presos sin juicios concluidos.
El indicador "presos sin condena", el cual califica el número de encarcelamientos sin condena excesivos en relación con el nivel de homicidios y delitos con violencia de cada estado, empeoró a nivel nacional en comparación del año 2011.
Informó que este indicador refleja el número de presos a la espera de juicio. El encarcelamiento sin condena es anticonstitucional en la mayoría de los casos en México, pero en la práctica se ha usado mucho. En 2016 se encarceló de esta forma a 70 mil personas.
El estudio señaló que si bien es necesario realizar una cierta cantidad de encarcelamientos sin condena, el exceso puede aumentar el riesgo de delincuencia y violencia en el futuro.
Reveló que se ha demostrado que el encarcelamiento sin condena en México cuesta más de 10 mil millones de pesos mexicanos y puede ejercer efectos nocivos sobre el Estado de Derecho.
“Hay riesgos relacionados con una cifra más alta de encarcelamientos; por ejemplo, pueden proliferar las redes criminales en el interior de los penales”, señaló.
Informó que en total, de 21 estados que tuvieron tasas de presos sin condenas mayores en 2016 que en 2011, destacaron Nayarit, Sinaloa, Quintana Roo, Estado de México, Durango y Coahuila, cuyas tasas aumentaron más del triple durante este periodo.
Ambos, mejoraron en inseguridad
Por otro lado, el Índice de Paz México (IPM) manifestó que en el 2016, ambos estados se colocaron entre los 5 con mayores mejoras en seguridad.
De los sitios más afectados, Nayarit, Coahuila, Durango, Chihuahua y Sinaloa registraron las mejoras más altas desde 2011.
En 2011, estos cinco estados se encontraban entre las diez entidades con las tasas más altas de delitos con arma de fuego en el país, y cuatro de ellos (excepto Coahuila) estaban entre los cinco con peores resultados.
No obstante, resaltó que Coahuila es un estado en el que el indicador de presos sin condena no ha mejorado al mismo ritmo que su nivel de paz general.
Explicó que lo anterior suele suceder en sitios en los que la violencia disminuye con rapidez, ya que optimizar las instituciones requiere más tiempo.
La relación entre las detenciones y la violencia se triplicó de 2011 a 2016 y el estado bajó al noveno lugar en este indicador, en comparación con el segundo que ocupó en 2011. Sin embargo, el año pasado hubo 664 menos presos sin condena, lo cual sugiere que se inicia una tendencia a la mejora.
Por su parte, Durango se encuentra en una situación similar a la de Coahuila, debido a que tiene un problema de sobrepoblación carcelaria, con casi el mismo número de presos sin condena como de espacios totales.
Los cinco estados con mayores mejoras en el nivel de paz mostraron una tendencia similar en el número de presos sin condena: un aumento fuerte después de 2012 y bajas en 2016.
Manifestó que al parecer el deterioro y la mejora posterior en el indicador de presos sin condena se rezagaron respecto a la tendencia de la delincuencia.
Añadió que a medida que México continúa la instauración de su nuevo sistema de justicia penal, puede esperarse que las tendencias del encarcelamiento sin condena se emparejen.