Los aficionados del América, como siempre ocurre, se hicieron presentes en el estadio del Santos para apoyar a su equipo. (Jesús Galindo)
El ambiente de liguilla apareció en el Corona en la antepenúltima fecha del Clausura 2017. Los tantos marcados en los últimos instantes, le dio ese sabor que sólo el TSM conoce.
La casa de los Guerreros, volvió a tener otro lleno impresionante. El duelo no decepcionó y mantuvo a los aficionados de ambos equipos, al filo de la butaca.
Decenas de aficionados americanistas, se trasladaron desde diferentes ciudades de Coahuila como Saltillo, Monclova, Sabinas, Piedras Negras y Ciudad Acuña, así como de Chihuahua y Durango capital.
Autobuses que se contabilizan casi en el medio centenar, además de camionetas, ocuparon un estacionamiento en el cruce de la Avenida TSM y Autopista Torreón-San Pedro.
Playeras amarillas aparecieron en todas las localidades, las cuales se mezclaban con las azules, verdes y guindas, las alternativas de las Águilas, dándole un tono multicolor a la tribuna, donde imperaba el albiverde, así como el verde limón con negro del equipo local.
El presidente de Santos Laguna, Alejandro Irarragorri, apareció en público luego de batallar varias semanas con una enfermedad hepática y fue fiel testigo, del triunfo de sus Guerreros.
El mandamás albiverde, al anunciar a su nuevo patrocinador, fue profeta al pronosticar que se desplumarían algunos pollos, en clara referencia al rival en turno de los albiverdes y a su nuevo socio de publicidad.
En las gradas, el ambiente era inmejorable. Los candidatos del Partido Acción Nacional (PAN) no perdieron el tiempo en sus campañas y en el sector de Poniente y Plateas Federativas, hablaron con sus simpatizantes y aficionados santistas.
Memo Anaya, que contiende para ser gobernador por Coahuila, enfundado en una playera albiverde, estuvo acompañado por el candidato para la alcaldía de Torreón, Jorge Zermeño y por el aspirante a la Diputación del Distrito VIII, Marcelo Torres Cofiño. Ambos utilizaron su uniforme de campaña.
Una tolvanera apareció en el medio tiempo, sin que inmutara a los 30 mil aficionados que se dieron cita. Se aprovechó para que el exarquero santista Oswaldo Sánchez, conociera al nuevo cabezón de Santos Laguna, una botarga que tienen otros Guerreros de Honor como el caso de Héctor Adomaitis, Ramón Ramírez, Antonio Apud, entre otros.
Las filas en las concesiones de comida eran interminables. La hora favoreció para los responsables de dogos, pizzas, hamburguesas, tacos, lonches, churros rellenos y por supuesto de bebidas, para tener una gran demanda de sus productos.
Parecía que el invitado no llegaría al Corona, pero lo hizo faltando ocho minutos para el silbatazo final. Pero no solamente fue uno, sino tres, el último en el suspiro final del choque, con sabor amargo de los centenares de americanistas que realizaron el viaje hasta la Comarca.
El del América, tuvo un toque singular. Lo metió el "Cepillo", que a manera de perdón, ante el equipo de sus amores, besó el pasto del Corona hasta en dos ocasiones, pero su profesionalismo lo demostró al correr y partírsela por los de Coapa en los 92 minutos que duró el compromiso.
Los juegos pirotécnicos iluminaron la noche primaveral con olor a tierra mojada en el efímero llamado Templo del Desierto, además del festejo desenfrenado de los seguidores santistas, que ya lamentaban el décimo empate del torneo y de la misma manera, al final del encuentro.
