El éxito está en las manos
Una de las preocupaciones más intensas para el ser humano es querer saber que le deparará su futuro. Es normal preocuparse por ver sus sueños realizados, pero la vida se convierte en maldición cuando se tiene ansiedad por consultar el futuro.
El futuro solo, un sendero, que va rumbo a la muerte, en él no hay nada, porque cuando el hombre planea, Dios dispone. Todo lo que se pretende saber del futuro se descubre en el presente. Vivimos en un mundo en el que no estamos solos.
Existen entidades negativas espirituales que no podemos ver y que intentan imitar el poder de Dios, con el fin de destruir a la humanidad. Estos son los que trabajan en la mente de las personas para cumplir propósitos negativos y para obstruir las bendiciones y planes de Dios.
El futuro no está en las manos, no hay poder humano que pueda adivinar su futuro, porque nadie conoce las necesidades humanas, solo el mismo Dios, quien creó la humanidad y quien conoce mejor a la propia persona. Quien práctica y consulta todo tipo de adivinación, como lectura de tarot, horóscopos y manos, etc., está cometiendo una infracción en contra de la ley divina y que le hará impedir su bendición.
Lo que realmente hay en las manos son dones y talentos, que están escondidos a través del miedo e inseguridades que no le permiten hacer realidad los sueños; estos talentos y dones están llenos de poder y llevarán a las personas a alcanzar el éxito deseado. La única manera de descubrir esas cualidades es autoevaluarse.
Quien desea saber cuál es su futuro, le reitero la invitación a leer la Biblia, en ella hay promesas que se cumplirán, tarde o temprano; quien se apoye y confíe en la palabra de Dios, vera sus sueños hechos realidad.
La Biblia tiene promesas que podrá obtenerlas viviendo el presente de manera equilibrada. La vida no se adivina, la vida se realiza en base de decisiones que se toman en el presente. En esta vida, todo es lícito, pero no todo conviene. ¿Será que todo eso le edifica?