Cien años
Un siglo, una centuria, un centenario, un ciento. De varios modos puede decirse cuando un hecho, una institución, un personaje, un caso anecdótico, etc., ha cumplido cien años de haberse dado...
Celebrado, nacido o fenecido. 2017 es un año especialmente destacado porque en él se dan precisamente las circunstancias para conmemorar cien años de ciertos y determinados acontecimientos: uno de carácter mundial; dos, de importancia nacional; y otro, permítaseme el atrevimiento, de naturaleza particular, de los cuales haremos referencia en este Enfoque.
I.- Del 25 al 26 de octubre de 1917, los bolcheviques encabezados por Vladimir Ilianovich Lenin, tomaron por asalto el Palacio de Invierno, hogar y asiento político de la familia real del Zar de Rusia Nicolás II. Este acontecimiento conocido como la Revolución de Octubre, fue el inicio de un movimiento de enormes alcances que vino a cambiar de manera trascendente el estado de cosas en el mundo, al establecer el primer gobierno comunista.
Con una población de más de 160 millones, de los cuales, aproximadamente 120 eran campesinos en la extrema pobreza, la Rusia zarista del siglo XIX tenía con Nicolás II un gobierno de régimen absolutista y despótico, situación insoportable que generó la inconformidad violenta de una población hambrienta, ignorante y enferma que exigía al gobierno de la dinastía Romanov mejores condiciones de vida, y ante el desprecio del zar a sus demandas, el movimiento bolchevique que tuvo como líder a Lenin, incendió el país con una revolución que trascendería las fronteras del imperio zarista para servir como modelo, e instalarse en otros países de Europa, Asia, África y América Latina.
Nicolás cedió al empuje violento de los revolucionarios opositores a su gobierno, introduciendo una serie de reformas legislativas, con el ánimo de apagar el fuego, queriendo instituir una monarquía de carácter parlamentario, medidas que no fueron suficientes ni dejaron contento al pueblo, cansado ya de las injusticias y atrocidades cometidos por funcionarios y soldados zaristas, acelerando el movimiento dos acontecimientos esenciales de la revolución rusa: la Primera Guerra Mundial de 1914 y el homicidio no aclarado de Rasputín, el Monje Loco, asesinado en diciembre de 1916. Vino pues la Revolución de Octubre de 1917, que está cumpliendo Cien Años.
II.- Como producto del movimiento revolucionario de 1910 que acabó con la dictadura de Porfirio Díaz, se instala el Congreso Constituyente, cuyas sesiones se llevaron a cabo del 10 de diciembre de 1916 al 31 de enero de 1917. Se reunieron los diputados constituyentes en el Teatro Iturbide de la Ciudad de Querétaro, y después de dos meses de intensos y apasionados debates, en los que se discutieron temas de interés y trascendencia, el resultado fue la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, promulgada por el Jefe del Ejército Constitucionalista don Venustiano Carranza, encargado del Poder Ejecutivo, el 5 de Febrero de 1917. O sea que en febrero de este 2017 nuestra Constitución Política cumplió Cien Años.
Enrique Arrieta Silva, orador, maestro, poeta e historiador duranguense, de reconocido prestigio por su elocuencia y erudición, es autor de un interesante Ensayo de carácter histórico- humorístico que contiene Anecdotario del Constituyente de 1917, en el que recoge situaciones jocosas de los diputados constituyentes que elaboraron nuestra Carta Magna vigente, trabajo histórico-literario que fue reeditado por la LXI Legislatura del Estado de Durango 1998-2001, y quien esto escribe era en tal época, Presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado.
En la Presentación de dicho Ensayo, Arrieta Silva dice: "Tres han sido las vocaciones fundamentales de mi vida: el derecho, la historia y la literatura. Ellas se han visto colmadas en demasía al repasar los debates del Constituyente del 17, puesto que si bien todo es historia, aquellos días cruciales de Querétaro, son históricos en alto grado. . ."
"Anécdota -dice el diccionario- es la relación breve de algún rasgo o suceso particular y curioso, y anecdotario la colección de anécdotas. En los debates -y el Constituyente fue un gran debate- no es raro, sobre todo en los momentos más espontáneos y acalorados, que de pronto surja un suceso particular y curioso que sin restar solemnidad al momento, invita a la risa y a la reflexión, pues no hay anécdota que no sea ilustrativa, como hija que es del genio y del ingenio...".
"Del genio y del ingenio del Constituyente del 17, he extraído cuarenta y dos anécdotas, sin que esto quiera decir que sean todas las que existen, sino únicamente las que a mí me parecieron más fulgurantes y centelleantes". He aquí una de esas anécdotas:
*Se celebraba la 25ª sesión ordinaria la tarde del jueves 28 de diciembre de 1916 y se seguía debatiendo el dictamen sobre el artículo 5º. Varios oradores de fuste habían intervenido ya en pro, ya en contra, esgrimiendo unos las galas del lenguaje y otros los ropajes de su sinceridad. Para abrir esta sesión pidió la palabra el constituyente Cravioto para hablar en pro y en contra, pues le resultaba difícil situar la topografía de su discurso, como el mismo diría en esta intervención, agregando que si hubiera tomado la palabra en contra, hubiera hablado en contra y en pro...
Cravioto venía en grande, como siempre, pero esta vez en grande taurino, y si no, aquí está el inicio de su intervención:
-Señores diputados: En mis viejas andanzas por la tauromaquia, que perdí allá entre la bruma de la lejana juventud, conservo este precepto relativo a las corridas de toros, axiomático como una ley, inflexible como una tumba: "No hay quinto malo"; pero desgraciadamente, lo que es una verdad en las lides de la tauromaquia, suele no ser siempre cierto en las lides de la vida; así estamos viendo ahora que el 5º que nos ha soltado la Comisión, si no es del todo malo, si lo es regular, pues aunque en un principio prometía mucho, ya que embestía con singular empuje contra los abogados y contra los devotos de la libertad, resulta que cuando debiera mostrar más arrestos, al tratarse de la cuestión obrera, el famoso 5º se muestra tímido, vacilante, remolón, como si de pronto ante el capitalismo, se viera ante un Don Tancredo, todo blanco, subido sobre un pedestal. Este símil explica mi situación dudosa en esta ocasión*.
III.- Unos dicen que en Guamúchil, otros que en Culiacán, lo cierto es que en el Estado de Sinaloa nació el 18 de noviembre de 1917, quien con el tiempo llegaría a ser un personaje querido por el pueblo, que lo convirtió en ídolo por sus canciones y sus películas, pero sobre todo por su carisma y simpatía, atributos éstos que le ganaron el corazón de los mexicanos y de personas de otras nacionalidades, pues su voz y su figura trascendieron los límites de la Patria, convirtiéndose en un tipo emblemático representativo de México: Pedro Infante, quien este noviembre estaría cumpliendo Cien Años.
Más de trescientas canciones, y más de doscientas películas, todas igualmente interesantes y trascendentes por sus argumentos; pero una trilogía de filmes fue "la que más le llegó al pueblo", como se dice coloquialmente: "Nosotros los pobres", "Ustedes los ricos" y "Pepe el Toro", que retratan la vida miserable y de sacrificio de los habitantes de los barrios bajos, de las "vecindades" en los años cincuenta de la Ciudad de México; películas que pueden complementarse con otras como "Amorcito Corazón", "Ahora soy rico", "Un rincón cerca del cielo", "También de dolor se canta", "A toda máquina", "Escuela de Música", "Escuela de Vagabundos", "Dos tipos de cuidado", "El mil amores", "Los gavilanes" y muchas más.
La pareja que inmortalizó con Blanca Estela Pavón, se transformó en el prototipo de los enamorados, y su rivalidad artística y profesional con otro grande del cine, Jorge Negrete, retratan magistralmente a Pedro Infante, quien en estos días está recibiendo homenajes de diversa índole, de la radio y la televisión, por su Primer Centenario.
IV.- Presumía, cada vez que se presentaba la ocasión, de haber nacido en el mismo año de la Revolución Rusa; el mismo de la Constitución Mexicana; "Pedro Infante y yo, decía, somos de la misma edad, pues nacimos el mismo mes y año, con diferencia de días". Me refiero a mi progenitora, quien junto con mi padre, don Raúl Muñoz Castro, moldearon mi personalidad, inculcándome a mí como a mis hermanos María Antonieta, Jesús, Gloria Elena, María del Socorro, Eva, Juan Alfredo y Martha Elsa, valores y normas de conducta para hacer frente a las vicisitudes de la vida. A mi madre le rindo homenaje de respeto, cariño y gratitud: Doña Graciela de León Peña, quien nació en Gómez Palacio el 2 de noviembre de 1917, por lo que si viviese este noviembre estaría cumpliendo Cien Años.
