Histórico debate: Caso y Lombardo
Un episodio importantísimo que atañe a la historia de la Universidad Nacional Autónoma de México, muy poco conocido, y que todos los universitarios mexicanos debemos conocer...
Seamos o no egresados de la máxima casa de estudios del País, es el que se refiere a la controversia entre el maestro Antonio Caso y el licenciado Vicente Lombardo Toledano, quien en 1933 pretendió que la Universidad Nacional Autónoma de México y los institutos de carácter universitario del país adoptaran la filosofía marxista como orientación de sus cátedras y de sus tareas de investigación científica y cultural. Episodio que recoge y describe el Dr. Juan Hernández Luna en su interesante trabajo titulado "Rumbo de la Universidad" publicado por Colección Metropolitana en mayo de 1973.
La Universidad había conquistado su autonomía en 1929; se discutía ahora cual debía ser la filosofía universitaria que resultara benéfica a los intereses de los miles de estudiantes que anualmente recibe y orienta. El escenario que tuvo la histórica polémica fue el Primer Congreso de Universitarios Mexicanos, al que asistieron rectores, profesores y estudiantes, el cual se reunió en la Ciudad de México del 7 al 14 de septiembre de 1933. Fue una asamblea nacional compuesta por delegaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México y de los Estados de Aguascalientes, Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua, Distrito Federal, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas, según consigna el Dr. Hernández Luna, en su estudio ya mencionado anteriormente.
La delegación de la UNAM estuvo integrada, entre otros, por los distinguidos universitarios: don Roberto Medellín, rector; don Vicente Lombardo Toledano, director de la Escuela Nacional Preparatoria, por el doctor Ignacio Chávez y el literato Julio Jiménez Rueda; por el ingeniero Ricardo Monges López y el licenciado Luis Sánchez Pontón; designó como miembros honorarios a don Narciso Bassols y a don Antonio Caso. ¡Crema y nata de la academia y de la intelectualidad!
Los temas que en el Congreso se plantearon y discutieron, todos importantes, fueron los relacionados con la organización interna de las universidades del país; la uniformidad de los planes, programas, métodos, grados, certificados, revalidaciones de estudios, etc.; pero el que mereció la mayor atención de los congresistas fue el relativo a la "Posición ideológica de la Universidad frente a los problemas del momento. Importancia social de la Universidad en el momento actual".
La Comisión Segunda del Congreso integrada por Vicente Lombardo Toledano, presidente y ponente; por Ramón Córdova, vicepresidente y por los estudiantes José González Beytia, primer secretario, y Fidencio de la Fuente, segundo secretario, que tuvo a su cargo el estudio y discusión de este tema; elaboró una ponencia, sosteniendo que la Universidad Nacional Autónoma de México y los institutos de carácter universitario del país "deben adoptar la filosofía del materialismo histórico como orientación de sus tareas docentes, científicas y culturales". ¡Se encendió la mecha!
El maestro Antonio Caso, consejero universitario y miembro honorario del Congreso, envió al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México una opinión opuesta a la tesis de la ponencia elaborada por los miembros de la segunda comisión, opinión "que defiende la libertad de cátedra frente a la filosofía marxista propuesta por la Comisión". Como consecuencia de la postura del sociólogo mexicano, el Congreso lo invitó a una de sus sesiones, a la que asistió el maestro Caso a pesar de que los adeptos a la ideología marxista eran mayoría, sesión que se celebró el 14 de septiembre en el Aula Justo Sierra de la Escuela Nacional Preparatoria.
Con la presencia de don Roberto Medellín, rector y presidente del Congreso, del rector de la Universidad de Guadalajara, de don Julio Jiménez Rueda, secretario de la UNAM, de don Vicente Lombardo Toledano, director de la Escuela Nacional Preparatoria, y de los representantes de 21 estados de la República y del Distrito Federal, se abrió el debate sobre el tema: "La orientación ideológica de la Universidad en el seno del Primer Congreso de Universitarios Mexicanos". Participaron numerosas personas; pero el meollo de la discusión estuvo a cargo de los doctores Antonio Caso y Vicente Lombardo Toledano. Dos veces intervino el primero para replicar la tesis marxista , y otras tantas el segundo para defenderla.
Las intervenciones de los dos célebres polemistas alcanzaron un alto nivel académico y emplearon un tono de caballerosidad intelectual inusitado. Ambos usaron la dialéctica con gran dominio: Caso combinándola con la historia universal y con la filosofía de Platón y Aristóteles, Pascal, Bergson y Ortega y Gasset; Lombardo apoyándola en la historia de México y en los progresos tecnológicos. A pesar del carácter antitético de la orientación idealista de Caso y la materialista de Lombardo, hubo entendimiento sobre algunos puntos disputados: ambos polemistas universitarios estuvieron de acuerdo en que la filosofía se basa en la naturaleza y en la cultura; en que la esencia de toda comunidad es la subordinación de los intereses individuales a los intereses del grupo; en que la cultura es la creación de valores; en que la universidad es una comunidad cultural de investigación y enseñanza; y en que la universidad debe tener una orientación.
Las discrepancias se dieron en cuanto a la manera de concebir la naturaleza y la cultura; en cuanto al modo de enseñar la historia y la ética y, sobre todo, en cuanto a la orientación ideológica de la universidad, pues para Caso ésta no debe preconizar determinada doctrina filosófica, económica y social; para Lombardo, en cambio, la universidad debe imponer a sus profesores y alumnos la filosofía del materialismo histórico. Con estas coincidencias y diferencias se dio por terminado el histórico debate y se pusieron a votación las dos ponencias. El Congreso aprobó la de Lombardo con 22 votos, contra 7 de los opositores.
Los estudiosos del tema y analistas del debate, consideran que el maestro Caso se sintió herido en su dignidad de catedrático, renunció a la distinción de ser miembro honorario que el Primer Congreso de Universitarios le había conferido; expresó que la declaratoria hecha por el Congreso era anticonstitucional, pues iba en contra del Artículo Tercero anunciando que si el Consejo de la UNAM la aceptaba se retiraría de sus cátedras, pues el catedrático "debe defender su derecho para explicar todas las doctrinas y no aceptar que se le fije una determinada orientación, sea marxista o cualquiera otra de tipo sectario".
Terminados los trabajos del Primer Congreso Universitario, los profesores y estudiantes católicos, encabezados por Manuel Gómez Morín y Rodulfo Brito Foucher, se lanzaron en contra de Lombardo Toledano y de las resoluciones del Congreso. Así, de la discusión de las ideas se pasó a la acción violenta. Por la fuerza los católicos se apoderaron del edificio de la Rectoría. El licenciado Lombardo Toledano y sus partidarios salieron expulsados por la acción directa de los conservadores que quedaron dueños de la Universidad. De esta manera terminó el histórico debate ideológico entre Caso y Lombardo.