Humorismo, mordacidad, sapiencia, reflexión filosófica, análisis de la realidad, ironía, objetividad, optimismo, son sólo algunos de los atributos, aunque a él no le gustan los adjetivos...
Que identifican y caracterizan el trabajo de este gran exponente del periodismo crítico, vertical, inteligente, comprometido con una sociedad cada vez más informada y politizada, y por lo tanto más exigente.
Don Armando Fuentes Aguirre es un personaje multifacético, no sólo es escritor y periodista, nobles oficios que por sí mismos bastarían para reconocer y exaltar su recia personalidad; es además filósofo, sociólogo, jurista, maestro, que es tanto como decir educador y formador de conductas. Es también analista político, historiador, "orientador del rumbo de la República", como a sí mismo se considera, y creo que no le falta razón.
Locutor, concesionario de una radiodifusora y conductor de un programa radiofónico de contenido cultural; ha sido director de una institución educativa de gran presencia y prestigio en la sociedad coahuilense como es el Ateneo Fuente; secretario general en cierta época de la Universidad Autónoma de Coahuila; abogado postulante y líder de opinión; gran conversador y temible polemista.
Sus gustadas columnas "De política. . .y cosas peores" y "Mirador", publicadas los 365 días del año en 156 periódicos de casi todos los estados de la República, se han convertido en interesante y atractiva lectura para miles de mexicanos. A periódicos y diarios que publican su trabajo, les da prestigio, respeto y categoría por la indiscutible calidad literaria de su pluma. Así, Armando Fuentes Aguirre, Catón, es desde hace buen tiempo un connotado personaje nacional del periodismo y la literatura. Diariamente, en El Siglo de Torreón, nos deleitamos con la sana picardía de sus atinados comentarios, pero también con la crítica, mordaz, contundente y razonada sobre el acontecer político, así de sus protagonistas y antagonistas.
San Virila "hacedor" de milagros que en realidad no lo son, porque su "milagrería" está en el orden natural de las cosas; Jean Cousset, filósofo crítico, ateo de excepción, con martini y sus "dos aceitunas como siempre"; Huo Song, maestro que aprende de sus alumnos; las variaciones sobre la Historia de la Creación del Mundo; la permanente y casi trágica lucha del señor pérez contra el Alto Funcionario del Estado, es decir, su lucha contra la insensible y empedernida burocracia, son sólo algunas de sus creaciones, que nutren y energizan "Mirador", tanto como el personaje, "que le hubiera gustado conocer. . .", hecho presencia y realidad; y la viviente y aleccionadora experiencia de "la tumba que hay en el cementerio de Ábrego".
Los personajes a que ha dado vida en "De política y. . .Cosas Peores" son expresiones de ingenio, astucia e inteligencia. Reímos de ellos y con ellos porque retratan de manera magistral a muchos mexicanos; representan verdaderos estudios antropológicos de la forma de ser del mexicano, a la manera de como lo hacen Octavio Paz y Samuel Ramos, pero en Armando Camorra con carácter festivo y picaresco.
Por otra parte, es autor de una serie interesantísima que ha titulado La otra Historia de México, compuesta por los libros "Hidalgo e Iturbide: La gloria y el olvido"; "Juárez y Maximiliano: La rosa y el ensueño"; "Díaz y Madero: La espada y el espíritu"; "Antonio López de Santa Anna: Ese soberano bribón"; todos ellos sendos tratados que describen importantes episodios de la historia nacional donde destruye y desmitifica hechos y personas consagrados por la historia oficial, ofreciéndonos otra perspectiva . Quien no ha leído estos libros, que lo haga; quien ya los leyó, que vuelva a leerlos, pues seguramente siempre encontrará en ellos datos interesantes y novedosos.
Tiene además otro libro de carácter histórico-político: "La guerra de Dios: el conflicto cristero"; y otras dos columnas Plaza de Almas y Manganitas en las que aborda temas de crítica social; "De abuelitas, abuelitos y otros ángeles benditos" y "Mi perro Terry", son libros también de su autoría.
Saludamos con respeto y admiración a Catón, a Armando Camorra, a Armando Fuentes Aguirre, insigne ciudadano saltillense, cuyo trabajo literario, educativo, histórico y periodístico forma ya parte de la cultura mexicana, con méritos suficientes para ubicarlo al lado de Fernández de Lizardi, José Rubén Romero, Marco A. Almazán y Joaquín Antonio Peñalosa; habiendo incursionado con éxito en el campo de la música folklórica, pues es autor de la parodia (imitación burlesca o ridícula de hechos, personas o situaciones de carácter serio) de La Casita, de Felipe Llera o Ramón Vega, canción que popularizó hace algunos años Oscar Chávez, que contiene tema de crítica política y en la que AFA fustiga irónicamente a quienes detentan el poder y se aprovechan de él. He aquí algunos versos:
"¿Qué de donde amigo vengo?
De una casita que tengo
Por allá en el Pedregal;
De una casita chiquita,
Con jardines y alberquita
Y calefacción central.
Tiene en el frente una barda,
Que vigilan unos guardias
Que me manda el General;
Las bardas son alambradas
Muy bien electrificadas
Por Comisión Federal.
Hiedras la tienen cubierta,
Un "guarura" hay en la puerta
Que la Procu me prestó;
Y en el portal una estatua,
Estofada de oro y plata
Que el Museo me donó.
Ver un "garage" tu puedes
Donde caben dos "mercedes",
4 "mustangs y un "jaguar";
En el piso que está encima
Hay gimnasia, ring y esgrima
Y un salón para bailar.
Bajo un ramo que la tupe,
La Virgen de Guadalupe
Que el arzobispo me dio;
Ella cuida los dineros
Que me dejan mis obreros,
Por eso le rezo yo.
En un piso que está arriba,
Allí tengo mi oficina
Y un salón de proyección;
Y en el patio de la casa,
Juegos pa toda la raza
Y una cancha de frontón.
Más adentro está la cama
Que perteneció a Santa Anna,
Nuestro mejor vendedor;
Tengo también un armario
Que le transé a un anticuario,
Que en Palacio se robó. . ."
Gracias a El Siglo de Torreón y al radiofónico Grupo GREM por ofrecernos a los laguneros la oportunidad de disfrutar diariamente del ingenio filosófico de este reconocido maestro del periodismo y la literatura.