ENFOQUE

Un domingo cualquiera por la mañana. Dispuestos para salir de casa, Lupita, mi esposa, con una sonrisa alegre y cautivadora, me dice: te invito a desayunar a un lugar que estoy segura te va a gustar.

No te digo dónde está porque quiero que sea una sorpresa. Así, hasta que lleguemos sabrás cuál es. ¿Aceptas? Claro que sí. Abordamos el automóvil y como yo conducía, me indicó: vamos a Lerdo, entra por el Parque Victoria y tomas la calle que conduce a las oficinas de la Presidencia Municipal y a la Plaza de Armas.

Así lo hice, y apenas pasando la calle Ocampo, después del puesto de nieve de garrafa, que tan famosa es en la Ciudad Jardín por sus ricos sabores de frutas naturales, a tres casas de la esquina donde confluyen las dos calles, llegamos a un edificio que, fácil se adivina, fue una casa señorial y aristocrática, amplia, espaciosa y con varios compartimentos o dependencias donde seguramente, habitó una familia numerosa. Es la casa donde nació Francisco Sarabia Tinoco, el 3 de julio de 1901 o 1900, según otros biógrafos, gloria de la aviación mexicana y uno de los personajes de los que se sienten orgullosos los habitantes de Lerdo, y muy justificadamente, además de Melquiades Campos, Néstor Mesta Cháirez y Cenobio Ruiz, entre otros.

Casa que ahora es un agradable lugar convertido en un típico restaurante donde usted desayuna, come y cena de manera sabrosa y nutritiva. ¿Cómo encontraste este lugar?, pregunto a Lupita. Y me explica: el domingo anterior que trajimos a Mateo André, (nuestro pequeño nieto), mientras tu nos esperabas en el auto, yo lo llevé a los juegos infantiles que están en el Parque, y repentinamente se le presentó una necesidad fisiológica, por lo que urgentemente busqué un lugar donde hubiese un sanitario; una dama que por ahí pasaba me indicó el lugar en donde ahora estamos. Pedí permiso para usar el baño, y mientras el niño evacuaba su necesidad, pude ver y admirar el lugar pensando que te invitaría a que viniéramos cualquier día a desayunar, y eso fue posible hoy.

Efectivamente disfrutamos de un sabroso desayuno-buffet en un ambiente amenizado con música de marimba. Platicamos con el propietario del restaurante, don Tomás Cossío Córdova, quien nos comenta que el "Conquistador del Cielo", como se le conoce a Sarabia, por haber sido éste el nombre de su avión, vivió en la casa en que nació hasta los 15 o 18 años, cuando dejó el terruño para partir a la Ciudad de México. Me dice que su negocio gastronómico lo inició en este lugar en el mes de octubre de 2016, o sea que tiene sólo siete meses de haberse abierto; que laboran en él su esposa doña Sandra Torres Esquivel, sus hijos Andrea, Luis, Claudia y Adriana, así como su yerno Luis; se trata, pues, de una empresa familiar.

Al preguntarle porque el negocio se llama Birria San José, sugiriéndole respetuosamente un nombre más adecuado al tipo de negocio que es y a las características del lugar, como por ejemplo "Lerdo Romántico" y muy emocionado, deja que hable la señora. Según refiere su esposa, en cierta ocasión hallándose un tanto desanimada y sin ganas de hacer nada, le pidió a don Tomás que la llevara a Lerdo a la famosa nieve, y estando paladeando el helado se percató que la esquina frente a la nevería se anunciaba en renta; al solicitar información, la propietaria del inmueble les comenta que ya ha sido rentado, ofreciéndoles otro, pero doña Sandra dice que le interesa por el que pidió información, la dueña le insiste y al entrar y conocerlo, le satisface y toman acuerdos para su renta; se llama Birria San José, añade don Tomás, porque mi madre y mi abuela han sido devotas de este santo y "gracias a él, nos ido muy bien"; por eso lo inauguraron el 19 de marzo y seguirá conservando tal nombre.

Adornado en su interior con motivos típicos mexicanos característicos de la provincia mexicana, este restaurante ubicado en la Calle Francisco Sarabia número 577 es digno de la calidad de pueblo mágico que tiene Lerdo en donde sus habitantes trabajan con ahínco y se esfuerzan día a día por sacar adelante a su municipio y a su ciudad para que alcance la categoría que justamente merece de población desarrollada social, política, económica y culturalmente.

En el exterior de la finca, sobre el marco de la puerta que da acceso al restaurante, se halla una placa metálica alusiva al nacimiento del piloto aviador y a la fecha de su fallecimiento que fue el día 7 de junio de 1939, después de haber realizado el vuelo México-New York el 24 de mayo del mencionado año. Dicha placa fue colocada recientemente por las autoridades municipales.

BREVIARIO HISTÓRICO-CULTURAL.- "La fuerza Aérea Militar se enorgullece de su proeza. Quisiéramos contar con usted y conservarlo para que nos sirva de ejemplo. Leí en el periódico de hoy que todavía no se quita el polvo del camino y piensa regresar en vuelo directo desde Washington. El sólo anuncio me causa escalofrío. Siga usted volando con la cabeza y no permita intervenir al corazón".

Este es un fragmento del texto que envió a Sarabia el Coronel Francisco Salinas Carranza, director de la Escuela de Aeronáutica Militar, con motivo de su hazaña. Amalia Erhart, experimentada aviadora norteamericana, en 1935, realizó un vuelo entre New York y México con un tiempo de 14 horas y 19 minutos. El piloto lerdense se propuso superar esta marca. Sarabia llevando como bandera la paz entre los países vecinos, pronosticó un vuelo en nueve horas. El 24 de mayo de 1939 realizó el vuelo México-Nueva York con un tiempo récord de 10 horas 43 minutos.

Esto dicen las crónicas de la época: "Del aeropuerto de Balbuena, Sarabia despegó a las 6 horas con 52 minutos con su nave "El Conquistador del Cielo"; pasó por Soto La Marina se internó en el Golfo y entró a los Estados Unidos por Nueva Orleáns. La comunicación se interrumpió; se temía una desgracia porque habían pasado las 9 horas anunciadas por el piloto sin tener noticias de él. . . A las 5 de la tarde en el Aeropuerto de Floyd Bennet se anuncia que el duranguense se disponía a aterrizar. Para sorpresa de todos el descenso lo inicia a favor del viento, algo que iba contra lo normal. Ya en tierra le preguntaron a Sarabia el motivo de su arriesgado aterrizaje, y éste contesta: "vean cuanta gasolina me queda". Asombrados vieron que de los 400 galones que había cargado para el vuelo sólo quedaba uno. Francisco Sarabia Tinoco había alcanzado la distancia México- Nueva York en 10 horas 43 minutos; implantó nuevo récord de velocidad".

El día 7 de junio, intentó regresar a México, pero su avión se desplomó cayendo en las aguas del río Potomac de Washington, en donde murió. Monumentos, museos, calles, escuelas, plazas y parques se han erigido y llevan el nombre de este valiente piloto, que es orgullo de Lerdo, de Durango y de México. Hay un corrido que narra su proeza, cuyo autor es Rosendo Lazo, popularizado musicalmente por las Hermanas Padilla, Los Donneños, Luis y Julián, Los Astros de Durango, Dueto Los Conejos y Banda La Mentira, entre otros, y que nosotros aprendimos en nuestros años escolares. Estos son algunos de sus versos:

"Del campo de Balbuena

Se alzó hasta el firmamento,

El pájaro de acero

Con rumbo a Nueva York;

Ligero como el aire,

Más rápido que el viento;

Perdiéndose en las nubes

A todos dice adiós. . .

Que allá en las alturas

Se eleve el pensamiento

Volando por la dicha

De ser el vencedor. . .

Nomás por la victoria

De ver que su bandera

Flotara con orgullo

Allá en otra nación;

Sarabia atravesaba

La larga cordillera,

Volando como nunca

Volaría un aviador;

Y a veces desafiando

A la muerte traicionera,

Cruzaba el horizonte

Rugiendo su motor".