No podemos negar que el año que terminó comentábamos que en la mayoría de los temas no había en su mayoría noticias buenas para nuestro país, y las perspectivas económicas no se proyectaban nada halagüeñas, tanto por la inestabilidad mundial, como por la era Trump que significaba un verdadero reto que nos obligaba a encender los focos rojos, ante las amenazas que en todos los tonos se enfocaban especialmente a nuestro país en cuanto iniciara su mandato en este mes del nuevo año
De hecho iniciamos este año con la incertidumbre sobre el paquete económico presentado por el Ejecutivo y autorizado por el congreso, la mayoría de las opiniones coincidía en que el presupuesto en cuestión tendría un impacto importante para el final del sexenio del presidente Peña Nieto, sobre la base de un manejo escrupuloso y disciplinado de las finanzas públicas, de lograrse según los pronósticos podríamos aspirar a un desempeño más favorable para 2018.
Pero desafortunadamente las malas noticias no llegaron solas, a medida que se entretejían situaciones sombrías para nosotros por la reiteración de que la amenaza Trump, era una realidad iniciando con la cancelación del TPP por parte de Estados Unidos, la renegociación del TLCAN, I además de la repatriar a varios millones de connacionales con el famoso muro de por medio y los primeros nombramientos de los principales miembros de su Gabinete, todos con el perfil e ideas de Trump se nos moldeaba una proyección desalentadora para nosotros, resulta que las malas noticias que mencionaba en este párrafo se da paso al anuncio del llamado "gasolinazo " por parte del Gobierno Federal, fue lo que colmó ánimos y paciencia de la mayoría de los mexicanos.
La famosa tormenta perfecta que en ocasiones se mencionaba para México, en vista de nuestra debilidad económica y las perspectivas externas, tomó forma debido a la decisión dada a conocer en diciembre, que provocó una reacción en cadena de la que muchos pensábamos superada como nos sucedió en otros lejanos sexenios, a tal grado que se perdió incluso el control del comportamiento del tipo de cambio a pesar de la intervención del Banxico para controlar el dólar sin resultados positivos, la implicación sobre la inflación y la economía en general ante protestas e inconformidades de la sociedad, que se extendió por todo el país con una paralización en carreteras, disturbios y saqueos en diferentes establecimientos de todo tipo en algunas ciudades dejando una sensación de inseguridad e incertidumbre desgastantes como antes dije, en todos los sectores de nuestro país.
Pienso que aún cuando se considerara indispensable una medida de este tipo, estuvo pésimamente manejada y hasta precipitada, en primer término porque ante la población había quedado muy claro la promesa del Gobierno de que no habría aumentos al menos por el resto del sexenio en el precio de las gasolinas, segundo como en otros años se anuncia en épocas muy especiales para nuestra sociedad incluyendo vacaciones en muchos casos, la sorpresa en el precio y además anunciando dos incrementos más para febrero y por último sin una explicación clara y que a cuentagotas se explicó una vez que la inconformidad fue incontenible; la verdad es que el presidente Peña y los titulares de las principales secretarías están ante un verdadero laberinto para cambiar esta decisión, si se frena habrá un descalabro importante en las finanzas públicas y si se continúa adelante, las consecuencias socioeconómicas serán impredecibles y desde luego el Congreso, cuyos integrantes de los partidos ya se están echando culpas eludiendo su responsabilidad, cuestión de analizar el paquete económico para este año que aprobaron, deben haberse incluido partidas por estos conceptos en los renglones de ingresos y egresos.
Pero hay también una situación de responsabilidad que todos debemos compartir, a pesar de la importancia de este problema, no se puede dispensar o justificar: saqueos, robos, suspensión al libre tránsito en carreteras, impedir accesos y salidas a instalaciones como Pemex, invasión a propiedades privadas, etcétera, no importa si hay infiltrados de cualquier clase, aquí sí es una vergüenza para todos los habitantes de nuestro país, que de verdad se investigue a fondo y si hay instigadores exhibirlos y a todos responsables de estos actos y actores intelectuales; constantemente hablamos que en México debe aplicarse el Estado de Derecho, pues que se haga y el problema del gasolinazo a resolverlo o con las consecuencias que sin duda serán negativas para el desarrollo de nuestra economía, pero lo principal es nuestra convivencia social en paz.