En diversas ocasiones al referirme a distintos temas relacionados con la globalización y la geopolítica he criticado el papel de los organismos mundiales creados a partir de la segunda guerra mundial, para apoyar a las naciones menos favorecidas o bien que por diversas circunstancias acuden en busca de apoyos diversos.
Lo mismo es la ONU, OTAN, FMI, Banco mundial, OEA etcétera, y no por que no acudan a solucionar tantos problemas que se multiplican, lo que sucede es que son insuficientes; en forma práctica menciono como ejemplos a la ONU en el problema con Siria y Corea del Norte al igual que la OTAN, lA OEA en Panamá; el financiamiento por parte del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial siendo muy laxos en las facilidades para financiar y no vigilar que se gaste bien y ya se hace común que el dinero que se libera para un proyecto hacia un país termina muy frecuentemente utilizándose en algo completamente diferente; lo anterior tampoco nos debe causar sorpresa, sencillamente las decisiones para otorgarlos se basan en la política y los juicios políticos dependen de las grandes potencias y sus propuestas para aplicar recursos están muy a menudo en los consejos de las instituciones mencionadas.
Lo mismo sucede si los problemas son geopolíticos, los intereses de las principales potencias se insertan según quieran apoyar a determinados países, los que impiden se tomen decisiones para aplicarlas con coherencia o equidad y se está creando un mundo con grandes diferencias de todo tipo y sobre todo injusto; por ello cada día crece más la rebeldía ciudadana en los países pobres, también en los desarrollados donde como es el caso del nuestro la desigualdad, miseria van generando más discusión social y por ello hay más incertidumbre e inestabilidad en la mayoría de los países.
Pero no sólo se trata de los gobiernos, también las grandes multinacionales irrumpen antes que nada para acaparar las mejores condiciones benéficas a toda prisa; también es cierto que con el tiempo han aceptado gradualmente las lecciones de sus países de origen, en el sentido de mejorar las condiciones laborales que puedan fomentar la productividad y el bienestar de sus empleados, lástima que se hace muy lentamente, mientras tanto los empresarios locales se esfuerzan y arriesgan adaptándose según las circunstancias para responder a la competencia y producir bienes eficientemente sin olvidar desde luego que los países subdesarrollados requieren de la inversión extranjera y desde luego sin olvidar al papel tan importante del papel que juega la banca internacional.
Por todo lo anterior no debe de extrañar que la reunión cumbre del G7 terminó sin acuerdos substanciales incluso uno de los mayores problemas contemplados en la agenda sobre el clima fue según los medios informativos frenado por Trump y la canciller alemana Ángela Merkel declaró "Toda la discusión sobre el clima fue difícil e insatisfactoria y fuera de la lucha contra el terrorismo todo fue demagogia política a muy alto nivel".
Por lo que a nuestro país respecta llegó la hora, Trump está de regreso, la solicitud de renegociar el TLC ante el Congreso de su país ya fue presentada para su aprobación y de nuestra parte según el Dr. Videgaray y el secretario Ildefonso Guajardo nosotros estamos listos entonces a esperar los tiempos y además de que independientemente que será largo y ríspido, se tendrá que conjugar con nuestros tiempos políticos.
