"Cualquiera que negocia la libertad por seguridad no merece ni libertad ni seguridad", Benjamín Franklin.
Estamos por iniciar por fin la renegociación del TLCy la primera ronda tripartita de los tres países se declara lista con sus respectivos equipos de trabajo pero lo que más resalta es nuestra relación actual del país con Estados Unidos por dos razones fundamentales: La dependencia económica que tenemos con nuestros vecinos con el error de que concentramos durante todos estos años de concentrar nuestro comercio y dejar de lado otros horizontes para nuestra competitividad; la otra razón podríamos decir circunstancial, que es de carácter político por la presencia de Trump no sólo por su perfil inesperado en sus reacciones personales que supera cualquier consideración diplomática o de gobierno, sin olvidar que le urge victorias para elevar su popularidad con los votantes y sin duda ante los tropezones que ha tenido últimamente México ha estado siempre en su radar.
Trump continúa manteniendo una posición proteccionista global de su país, al parecer sin importar que no funciona en la época actual y menos bajo un sistema económico mundial que desaprueban los principales países que sustentan la supremacía económica; lo anterior es mayormente preocupante ante las noticias filtradas sobre este tema, en el sentido de introducir temas que beneficien los intereses de Estados Unidos, además de introducir otros temas que al parecer no se contemplaban como el de aranceles y laborales.
Por lo tanto se trata para mi lego personal al mencionar Estados Unidos la disminución de subsidios indebidos que distorsionan su comercio interno y en lo referente al comercio mercantil reducir el déficit comercial con los países del TLCAN, sin olvidar las promesas de Trump hacia los trabajadores que serían beneficiados con ésta renegociación; mientras Canadá por su parte se maneja sin prisas y pausadamente por lo tanto México es el objetivo.
En un principio tanto el secretario de Economía Ildefonso Guajardo como el canciller Luis Videgaray, nos mostraban una cara más amable de estas negociaciones, pero paulatinamente han cambiado su apreciación a declaraciones más cautas y en mi opinión hacen bien, ya que al parecer los argumentos del beneficio de este tratado para los tres países involucrados, pasa desapercibidos o no convencen a los negociadores de Estados Unidos por no decir únicamente a Trump.
Por lo tanto en mi opinión, debemos prepararnos para una negociación muy complicada, enrarecida por los tiempos políticos tanto del país vecino como en el nuestro, además desde luego que a pesar de las buenas noticias económicas y financieras para nuestro país en las últimas dos semanas no impiden que los inversionistas de capital o negocios sean renuentes a sólo las buenas noticias y que pongan atención con incertidumbre creciente los riesgos que causan ésta renegociación.
El escenario es pues bastante gris y reclama para nuestros negociadores requiere un plan bien diseñado que ya debe estar preparado, listo para tomar decisiones rápidas y probablemente drásticas ante la amenaza de una posible salida de EU del TLCAN que esperemos no sea de esta manera.