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Ensayo sobre la cultura

José Luis Herrera Arce

¿CON QUÉ SE PAGAN LOS BONOS?

El presidente dijo que era necesaria la subida del precio de la gasolina. Siempre es necesario más dinero cuando no alcanza para cubrir los gastos. Si se distribuyeron bonos suculentos a nuestros políticos esta Navidad, y destinaron cantidades onerosas a los partidos políticos para que sobrevivieran y siete gobernadores cometieron cuantiosos fraudes, es lógico que no alcance el dinero para tapar lo hoyos que han quedado en el camino.

Hay que preguntarles a nuestros representantes: ¿Cuánto recibieron este fin de año? Mejor les preguntamos: ¿Cuánto reciben al año por ejercer su trabajo y pagar a su equipo y asesores y cuánto hay que aumentar por gastos de representación y todo lo demás? La siguiente pregunta que nos tendríamos que hacer, sería: ¿Los valen?

A nosotros es a quien hacen pagar los platos rotos. Si se bajaran los sueldos a nuestros representantes y a nuestros políticos, si se anularan los gastos de representación, si se redujeran los presupuestos de los partidos políticos y los gastos de las campañas publicitarias, si se dejaran de mantener a los mediocres medios de comunicación con que contamos, si se persiguiera y castigara a los políticos corruptos, si se anulara a toda esa caterva de zánganos que vive de la política, no se necesitaría implementar el costo de la gasolina ni subirnos los impuestos.

Pero los políticos viven en el mundo de la abundancia, como antes lo hacían los reyes. No ven el hambre de los ciudadanos, no tienen la sensibilidad para darse cuenta de lo que sucede en la vida cotidiana de los hombres y mujeres que luchan a diario para sobrevivir, no para tener un futuro digno, nos han rebajado las esperanzas a la pura sobrevivencia.

No podemos comer pasteles porque simplemente no tenemos con qué pagarlos. Ese fue el error que cometió María Antonieta, cuando le dijeron que el pueblo protestaba por no tener pan; por ello, llegamos a establecer los sistemas democráticos no considerando que íbamos a caer en manos de traidores o gente insensible, quienes rodeándose de lujos, como María Antonieta, no quiere ver la desesperación de los ciudadanos.

No es tan fácil comerse esta medicina, devaluación, subida del precio de los energéticos, lo demás viene en cascada. Alguien diciendo: No nos afecta. ¿Por qué nos va a afectar? Simplemente baja nuestro poder adquisitivo. ¿Coman pasteles?

Todo el año hemos sufrido con la exposición de espectaculares anunciando políticos, campañas disfrazadas de publicidad de revistas fantasmas. Eso también hay que pagarlo, pero lo que más duele es el juego de violar una prohibición con trucos tan baratos. Lo único que me dijeron esas campañas fue: Soy corrupto, soy corrupto.

Este año es de elecciones y se van a comenzar a repartir despensas y demás bienes. El recién nombrado director de desarrollo social en el Estado tuvo que renunciar por estar utilizando su puesto para hacer campaña a favor de un partido. En pocas palabras, comerciar con el hambre de los pobres.

No sea cual será la solución al problema político y social que estamos viviendo. Hay que seguir sumando. Trump ha evitado que se establezca una fábrica de la Ford en nuestro país. De donde van a surgir las nuevas fuentes de trabajo. De donde va a nacer la unión que necesitamos los mexicanos para enfrentarnos a los problemas internacionales que se nos avecinan. Si no hay credibilidad, mucho menos se nos puede pedir entrega y sacrificio.

La historia del siglo XIX mexicano nos recuerda a Santa Ana y su megalomanía que nos hizo perder la mitad del territorio nacional. ¿Quién se le opuso? Nadie. Dividido el pueblo, nos vencerán.

Pero a nuestros políticos ni les preocupa. Renuncian a sus puestos para lanzarse a otros nuevos, no se pueden quedar sin chamba.

En el horizonte no hay líder que convenza; si el pueblo tuviera una conciencia social, no necesitaría de líderes para exigir. Tenemos el peligro de caer en un estado totalitario o en una caótica anarquía. Después de tanta historia, éste no puede ser nuestro punto final.

Otro de los grandes peligros en los cuales podemos caer es que cualquier abusado se aproveche para hacer su agosto. Eso fue lo que pasó en Italia con el fascismo y en Alemania con el nazismo.

Todos los focos rojos están prendidos.

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