Educación en Inglés
En la Edad Media, el lenguaje que se imponía a todos los demás era el latín, que fue la base para que surgieran las lenguas romances como el francés, el español, el italiano y otros más. El fenómeno fue producto de la imposición del Imperio Romano y posteriormente de la Iglesia Católica. A través de estas dos influencias, también se impone el griego, por lo menos en sus raíces. Cabe recordar que Alejandro Magno también formó un gran imperio, antes que el romano, y cautivado por la cultura griega, expandió su influencia por todo el mundo conocido de aquel tiempo. El fundamento de la cultura occidental es la grecolatina (griego y romano) que hoy está pasando al olvido en el sistema educativo.
A partir del Renacimiento, resurgieron los idiomas nacionales, sobre todo los de influencia sajona, como el alemán y el inglés. No cabe duda de que la acción de Martín Lutero trajo como consecuencia la valoración del lenguaje y pensamiento alemán, que afloró sobre todo en el siglo XIX con el sturn un dran (Schiller, Goethe) y el pensamiento filosófico (Hegel, Kant, Nietzsche, Heidegger, Schopenhauer). También, florece el idioma francés y se impone como el culto como excelencia, en el campo de la literatura, de la pintura y el arte en general (Víctor Hugo, Balzac, Flaubert, los poetas simbolistas, Mallarme, Valery, Rimbaud). El español tuvo su siglo de oro en el XVI y XVII, Cervantes y Lope de Vega, el barroco en general.
El inglés florece también en el siglo XVI con el teatro Isabelino (Shakespeare) y en el siglo XIX con el romanticismo (Walter Scott), el realismo, Dickens, en Estados Unidos se dan los primeros éxitos literarios (Allan Poe, Melville, Mark Twain, Jack London), para rematar en el siglo XX con los grandes como Joyce, Faulkner, Hemingway, Dos Passo, O'Neil y otros más.
Grandes los ha habido en todos los idiomas en el siglo XX. Latinoamérica surge con varios movimientos literarios como el Modernismo y el Realismo mágico, el Estridentismo, el Creacionismo, etc. Muchos nombres se quedan en el tintero de todas las nacionalidades, de todos los gustos y corrientes literarias.
¿A qué viene esta referencia? En la ciudad han surgido muchos letreros promocionando escuelas de todos los niveles, resaltando el manejo del Inglés como idioma principal. Me pregunté si ese era el idioma de la época, en correspondencia con los cambios educativos propuestos por el gobierno federal. ¿El Inglés se trabaja como el idioma culto o el necesario para que el imperio, a través de él, imponga sus características culturales y su escala de valores productos del liberalismo y capitalismo? ¿Es el idioma necesario para la globalización, la comercialización de productos? ¿O es aquel de donde nacerá la cultura y civilización del futuro?
Ya Vasconcelos se quejaba de esta segunda opción. En algún tiempo pasado, cuando las nacionalidades se inventaron, se creía en los valores regionales y en la propia historia. El problema con el mexicano es que nos hicieron aborrecer y nos han hecho creer que fue mejor el genocidio de los indios, efectuado por los ingleses en las tierras estadunidenses, que la conquista española que dio como resultado al criollo que tenemos que aceptar que somos. Nos han hecho suprimir la imagen de Cortés y no le ha ido muy bien a la de Moctezuma o Cuauhtémoc (a Tlacaelel ni se le conoce y en él se inspira la ideología imperial azteca. Tan imperio como el americano). ¿Acaso son mejores los americanos con la esclavitud, o por haberse aprovechado de las dos guerras mundiales para sacar provecho de los males de la humanidad?
Vasconcelos a lo mejor sería muy soñador, o antes que él, Justo Sierra. Ya se dio al traste con la educación humanística que pensaba en hacer primero al hombre, reconociendo todas sus capacidades, la estética entre ellas, para después pensar en el hombre faber, o el que hace o el producto de las sociedades despersonalizadas del mundo feliz o de l984. Así se fabrican las personas como Trump que contradice la propia historia de su pueblo que se ha hecho a partir de todas las nacionalidades que han emigrado a su territorio.
La novedad está en aprender Inglés como medio de participar en la globalización, o para que el trabajador pueda entender el idioma del patrón, no para leer a Faulkner en su idioma, o a Virginia Wolf, o a Joyce. Un idioma pragmático, del hacer.