EL CIRCO DE LA POLÍTICA
Este año, hay elecciones y los políticos se preparan para convencernos de que son la mejor opción para el futuro. Su habilidad es demasiado grande, porque a pesar de la historia reciente, intentan convencer a los ilusos de su desprendimiento por la patria y su afán constante de la búsqueda de nuestra felicidad. Ahora, hasta gente sin partido, jugará el papel de héroe desconocido, como si fuese un Gandhi o no sé qué otro forjador de paraísos insospechados.
No hay que dejarnos sorprender, lo que la realidad nos viene diciendo es otra cosa, tenemos que hacer valer nuestra posición de ciudadanos que paga impuestos y que hasta hoy ha permitido que le mientan y la estafen, le doren la píldora y le den gato por liebre.
Primero: Todos los partidos políticos son negocios que viven de nuestros impuestos, los grandes y los chiquitos. Ya muchos aprendieron que lanzarse a fundar un partido deja billetes. Sólo tiene que mantener un mínimo en las votaciones, si lo logra, seguramente no tendrá problemas para subsistir por un tiempo determinado. Si no lo logra, ya inventará otro.
Siete gobernadores tienen problemas de corrupción, con lo cual podemos sospechar que un partido político no es garantía de nada, ni siquiera sirve como filtro para evitar que personajes de tal calaña lleguen a ocupar puestos electivos.
Por si lo anterior no fuera suficiente, los sueldos que ganan nuestros representantes son estratosféricos. ¿Cómo puede defender la representatividad un político que gana más de cien mil pesos, de una persona que no llega a ganar más que el sueldo mínimo, el ridículo que los propios legisladores le han decretado ganar, con el cual difícilmente se podrá mantener a una persona y mucho menos, a una familia?
La demagogia sigue contradiciendo a la realidad. Ya nos amenazan con la subida de la gasolina, como todo se mueve, y para ello se hace necesario el combustible, todo subirá, lo que se nos está diciendo es que la vida el año que entra será más dura. Súmele la devaluación del peso frente al dólar, lo que han devaluado es a nuestro propio trabajo. Cualquier semejanza con las tiendas de raya antigua no es coincidencia. El crédito que constantemente nos ofrecen es para mantenernos amarrados. Los altos intereses que te cobran las tarjetas de crédito no corresponden a los mínimos rendimientos que los mismos bancos te dan por el dinero que ahorras. Es más, eso también te lo cobran como manejo de cuenta y no se cuántos picos más.
Nos hemos dejado adormecer por el discurso político. ¿Jamás te has preguntado a qué horas administra o gobierna nuestro presidente, si los discursos que dice son diarios? ¿Cuánto tiempo representa decir cada uno de los discursos? Descuenta el que él los escriba, yo también dudaría de que los revise; si lo hiciera, habría que calcular horas y minutos para después definir cuanto invierte en trabajo de escritorio, de información, de tomar resoluciones, revisar estadísticas para tomar decisiones. Quien administra debe de saber cuánto se debe de invertir en informarse y planear con el fin de hacer próspera a una empresa, cuanto y más a un país. ¿A qué horas gobierna quien nos gobierna?
Te cobran servicios y no te los dan. Pavimento te cobran todos los años, éste no pavimentaron, en cambio, hicieron el gasto de la Morelos. No sé qué tanto haya valido la pena el que te aguantes los pozos de la ciudad por esa obra. ¿Se reactivará la vida comercial?
Son muchas cosas en las que tenemos que pensar como ciudadano cobre todo, aprender a exigir. Debemos saber manifestarnos, en eso consiste la democracia. Nuestros políticos se sienten los duquesitos, los marquesitos, las condesitas, principitos, dueños del pueblo. Ellos quisieran gritarnos, callen y obedezcan.
Si en el futuro queremos vivir bien, hay que ponerse las pilas de ciudadanos. Exigir, que por principio de cuentas, los partidos políticos no reciban subvenciones, que los paguen sus propios miembros, con sus aportaciones. Que los sueldos de los políticos no sobrepasen la media de lo que ganan sus representados. Que si te cobran un servicio, te lo otorguen, como el pavimento, el seguro, que también pagas, pero que te lo den con dignidad y no tengas que hacer cola desde las cuatro de la mañana para poder alcanzar lugar.
Hay muchas cosas más en las que tenemos que pensar. Es hora de hacerlo.
