Foto: Archivo Siglo Nuevo
Las actividad extracurriculares contribuyen al desarrollo óptimo de las capacidades cognitivas, sociales y emocionales del niño, que influyen principalmente en el desempeño escolar de los alumnos. Sin embargo, muchos padres tienen dificultades para decidir cuáles son las actividades más adecuadas para sus hijos.
En la actualidad los padres de familia buscan instituciones que brinden la mejor educación a sus hijos, donde además de inculcarle conocimientos generales, les ayuden en el desarrollo de habilidades sociales e individuales. Sin embargo, no siempre se tiene la oportunidad, de modo que los padres optan por inscribir a sus hijos en actividades extracurriculares, como clases de idiomas o de alguna disciplina artística o deportiva. Pero ¿qué tan significativo es en realidad esto para el aprendizaje? ¿Se pueden desarrollar habilidades sociales y cognitivas mediante la participación en este tipo de actividades o pueden llegar a ser contraproducentes y generar algún tipo de conducta no deseada en el menor? Existe una línea muy fina, entre lo que los padres buscan, lo que los hijos quieren y lo que las instituciones pueden llegar a ofrecer.
LA EDUCACIÓN EN LAS AULAS
El proceso de aprendizaje ocurre a través de los sentidos y la relación con el mundo exterior. Para que se lleve a cabo es necesario que el individuo ponga en marcha diversas habilidades cognitivas que permitan la interiorización de los conocimientos, aunque a veces no se obtienen, debido a distracciones internas o externas que presenta el sujeto. Por eso es importante que dentro de las aulas los docentes estén preparados y atentos para atender diversas situaciones mediante el uso de herramientas y actividades dinámicas que mantengan la atención de los alumnos.
Es importante recalcar que la escuela no es totalmente responsable del aprendizaje de los niños; es necesario que el alumno tenga la motivación de aprender, el apoyo por parte de sus padres y una buena relación con sus compañeros de clase. Es por esto que resulta imprescindible que el niño se desarrolle en un ambiente saludable, donde se pongan en práctica los valores, normas y reglas básicas de la convivencia social. Al considerar estos factores podemos asegurar que el desarrollo de los niños será óptimo y por ende tendrán la posibilidad de aprovechar al máximo los recursos que son brindados en las instituciones escolares.
ACTIVIDADES EXTRACURRICULARES
Las actividades extracurriculares son aquellas que no pertenecen al programa educativo oficial, pero cubren las necesidades culturales, deportivas o artísticas de la comunidad. En general son un valioso complemento de las actividades curriculares, propician un lugar de encuentro sano y seguro para sacar provecho a las horas de ocio en pro de la formación integral de cada alumno como ser individual y social.
Es importante tener en cuenta los gustos y las necesidades individuales de cada niño para seleccionar la actividad más adecuada que lo lleve a desarrollar y fortalecer habilidades en las que tenga algún tipo de dificultad, ya sea en su desarrollo personal, académico o social.
Las actividades deben de ser agradables y divertidas para los niños, no se les puede obligar a hacer cosas que les desagraden, ya que esto les puede generar estrés o propiciar el desarrollo de conductas negativas.
ASPECTOS IMPORTANTES A CONSIDERAR
Algunas de las cuestiones que se tienen que considerar en cuanto a la selección de la mejor actividad extraescolar es la edad y las necesidades básicas que tienen el infante; para los niños de preescolar se recomiendan las actividades donde trabajen con aspectos básicos del desarrollo, en los que se lleve a la práctica la motricidad, el equilibrio, la creatividad, entre otros. Es importante dejar que los niños experimenten algunas opciones y tengan la oportunidad de ser partícipes a la hora de elegir.
En cuanto a los niños que están en un período escolar, hay que tener en cuenta que se vuelven cada vez más autónomos, con gustos más específicos, y buscan la interacción con compañeros de su edad. En esta etapa se deben tomar en cuenta las observaciones de maestros o psicólogos, es necesario pedir una observación sobre el comportamiento de los niños, sus fortalezas y áreas de oportunidad. Muchas conductas no deseadas, como la falta de atención, concentración, estrés, deficiencia para interactuar con sus compañeros, miedo a expresarse etcétera, logran mejorar de manera significativa mediante la práctica constante de actividades extra curriculares.
Con los adolescentes llega a ser más complicado, en especial si la iniciativa de incluirlos en actividades extracurriculares es de los padres. Es necesario platicar con ellos, conocer sus gustos e inquietudes y de esta manera proponer algunas actividades, mencionando las ventajas y ejemplificando aspectos positivos que estas puedan generar para su futuro.
¿CUÁL ELEGIR LA MEJOR OPCIÓN?
Se ha demostrado que las actividades deportivas, artísticas y culturales ayudan en el mejoramiento de habilidades cognitivas, mejoran la interacción social, las habilidades personales y el estado de ánimo. Podemos separar las actividades deportivas en dos.
Actividades deportivas grupales: cualquier actividad deportiva donde la participación y la dinámica es en equipo, por ejemplo futbol, básquetbol, etcétera, en las cuales se busca que el niño mejore su capacidad para interactuar con otros, además de que refuerza su pensamiento lógico y su capacidad de respuesta ante situaciones difíciles. También mejora la coordinación viso motriz y problemas en el desarrollo físico.
Las actividades deportivas individuales: son aquellos deportes en los cuales, aunque la clase sea grupal, los avances y el crecimiento va surgiendo de manera personal, con respecto a las posibilidades de cada individuo, por ejemplo la natación, las artes marciales, yoga, atletismo, gimnasia rítmica, etcétera. Además de las ventajas físicas que se obtienen al practicar estos deportes, como el fortalecimiento muscular, la flexibilidad, mejoramiento en la postura y el equilibrio. Los niños que realizan este tipo de actividades van adquiriendo autoconfianza, constancia y disciplina, se van haciendo más independientes, aprenden a relajarse, aumenta su creatividad y sus capacidades sensoriales. Las artes marciales, nos pueden brindar gran apoyo si tenemos un niño con altos niveles de agresividad, poco control de impulsos y baja tolerancia a la frustración.
En general, cualquier actividad deportiva nos puede ser de gran ayuda en el desarrollo de los niños, ya que les aportan valores, reglas de convivencia social, ayuda a la creación de hábitos positivos, los impulsa a ser mejores cada día, manteniendo su cerebro activo y gracias a la liberación de endorfinas tenemos a niños felices, alejados de núcleos peligrosos.
En cuanto a las actividades culturales tenemos la música, el teatro, la danza, la literatura y la oratoria, entre otras, las cuales influyen principalmente en la relación del niño con su entorno social. Son ideales para infantes con miedo a expresarse. Ayudan a desarrollar la creatividad, agilizan la memoria y les permiten a los niños aumentar la confianza en sí mismos, de tal forma que consiguen mayor independencia, potencian sus capacidades al máximo y mejoran su estado de ánimo.
En las actividades artísticas tenemos la pintura, el dibujo, el modelado, la escultura, etcétera; son recomendables para aquellos que necesiten reforzar su motricidad fina, fomentan la creatividad, disminuyen el estrés y la ansiedad, aumentan la paciencia, la autoestima y su capacidad de afrontamiento, contribuyen en el desarrollo de los hemisferios cerebrales, mejorando la concentración y atención en su vida diaria.
¿CUÁL ES EL LÍMITE?
Todo en exceso es malo. Es importante tomar en cuenta la opinión de los niños al momento de elegir una actividad, ellos deben de tener claro que el hecho de participar en otras actividades fuera de la escuela no es motivo para dejar de lado sus estudios, tienen que verlo como un complemento o un estímulo positivo que les brinda nuevas amistades, momentos divertidos, nuevas experiencias y, sobre todo, herramientas que les serán útiles por el resto de su vida.
Para que se lleve a cabo el hábito de la constancia y la formación de disciplina es importante llevar a cabo actividades tres veces por semana, una buena opción podría ser intercalar tres días de actividades físicas junto a dos de actividades culturales, es muy importante dejar tiempo para hacer las tareas escolares, al igual que brindar espacio de libre ocio. De esta manera el niño se mantendrá relajado, sin presentar estrés o fatiga, debido a las exigencias de los padres.
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