'Es mejor terminar'
A pesar de las diferencias y lo ríspido que surgió en estos días entre la administración del estadounidense, Donald Trump, y el gobierno mexicano, exnegociadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) coinciden en que es preferible quedarse sin el acuerdo a tener una mala negociación.
Los padres del TLCAN dicen que no es deseable una guerra comercial en la que se pongan aranceles o impuestos a los productos que intercambian entre sí, por la incertidumbre que se puede generar en ambos mercados.
Exnegociadores que representaron al sector público, al privado, tanto de México como de Estados Unidos durante la negociación del TLCAN, dan sus puntos de vista sobre las actuales circunstancias por las que atraviesa la relación comercial de los dos países socios, así como lo que se debe evitar y promover durante el diálogo para modernizar el tratado trilateral.
Con la visión que le dio su labor como ministro de asuntos de comercio en la embajada de México en Washington en las negociaciones del Tratado, Luis de la Calle Pardo advierte que para negociar con una persona como Trump es necesario tener un objetivo claro, tener unidad del lado mexicano y conciencia de que es mejor no tener acuerdo a terminar con un mal convenio.
Para Guillermo Güémez García, negociador del sector privado en el llamado "cuarto de junto", asevera que no es cuestión de ver quién es el negociador más rudo, sino que se trata de sacar el mejor acuerdo para las dos partes y "no hay que temerle a Estados Unidos".
Carla Hills, la representante comercial de Estados Unidos de 1989 a 1993, y homóloga del entonces secretario de Comercio y Fomento Industrial de México, Jaime Serra, explicó que, Canadá, EU y México deben seguir como bloque en las negociaciones.
Opina que deben integrarse aquellos capítulos que no se consideraron en años pasados, porque esa es la base de tener una relación fuerte.
Jaime Zabludovsky, subjefe del equipo negociador del gobierno federal del TLCAN, siendo el jefe Herminio Blanco, dice que hay que partir de que el escenario que se vivió en 1991 es muy distinto. Afirma que hace 26 años los tres países querían firmar un acuerdo y ahora tenemos un presidente en Estados con ideas distintas.
Dice que México no debe aceptar un alza de aranceles y sí buscar la certidumbre para los negocios del país.
NO HAY RAZóN PARA DESTRUIR EL TRATADO; SE DEBE MODERNIZAR: CARLA HILLS
Representante de la oficina comercial de Estados Unidos en la administración de George Bush
Destruir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es algo que no tiene sentido, como tampoco lo tiene el iniciar una guerra comercial basados en un incremento de aranceles, afirma la representante de la oficina comercial de Estados Unidos durante la administración de George Bush, Carla Anderson Hills.
Para Estados Unidos, la relación con México es extremadamente importante hablando en términos económicos, de seguridad y por la vecindad.
Expone que no se puede saber si Donald Trump entienda qué tan cercanos son los países, la relación económica que se construyó, ni si el equipo que lo rodea le explique que es sumamente importante la relación bilateral.
De lo que debe tratarse es trabajar por tener un acuerdo comercial mucho más completo que el que se negoció hace 26 años, porque en ese tiempo quedaron fuera capítulos que actualmente son importantes.
Considera que en lugar de enfocarse en la construcción de un muro debe haber colaboración para mantener la seguridad, laborar por reducir la violencia, luchar contra el terrorismo y trabajar juntos por la integración de la región de América del Norte.
¿Qué pasaría si se termina el TLCAN en materia de desempleo, crecimiento económico e inversiones?
-Habrá aumento del desempleo porque muchas empresas tendrán que cerrar si el TLCAN se destruye.
Hay una cadena de proveeduría muy cercana que se ha desarrollado. Por eso no veo ninguna razón de destruir el TLCAN. Se puede ser más constructivo si se le añaden temas que no se pudieron incluir en la agenda del tratado porque México tenía algunas provisiones constitucionales en temas como energía. Tendríamos entonces un acuerdo mucho más fuerte.
¿Qué consecuencias veríamos en la región de concretarse un aumento de aranceles?
-Muy desafortunadas para los dos países, sería como volver a los años de 1930. Espero que no se haga, que el gobierno sea sensible y se entienda lo sensible que es para Estados Unidos la relación con México.
¿Podemos tener una guerra comercial de imponerse aranceles?
-Sin duda. Si Estados Unidos impone aranceles a México entonces los mexicanos pueden imponer medidas de represalia y viceversa.
Lo que se debe hacer es mantener el tratado por los beneficios que dan a las partes e incluirle temas como energía, medio ambiente, pequeñas y medianas empresas, entre otras.
¿Qué tan conveniente es que Canadá negocie bilateralmente?
-Canadá se debe mantener en el TLCAN y los gobiernos deben buscar mejorarlo incluyéndole todos los temas que lo harán más fuerte.
Antes de la firma del TLCAN se tuvo un acuerdo bilateral entre Canadá y Estados Unidos.
Muchas de las declaraciones del presidente Donald Trump se hicieron directamente para México, pero no para Canadá, y lo que no sé es qué planee hacer él.
Ha hablado en general y espero que considere que el hecho de tener diferentes reglas para cada país provoca que sea mucho más difícil exportar hacia otros mercados, sobre todo porque afectaría a 90 % de los exportadores estadounidenses que son pequeños y medianos.
Sería mucho muy difícil exportar si se tuviera una regla para Canadá, otra para Estados Unidos y otras para todos los demás.
MáS QUE PRESIONAR, LOGRAR UN ARREGLO EN DONDE TODOS GANEN: GUILLERMO GüEMEZ, EXDIRECTOR GENERAL DE LA COECE
En una renegociación como la que puede darse por el TLCAN es importante considerar que si la propuesta de la contraparte estadounidense es peor a no tener un tratado, es mejor no tener acuerdo alguno, afirma contundente el exdirector general de la Coordinadora de Organismos Empresariales de Comercio Exterior (Coece), Guillermo Güemez, quien fue parte del equipo negociador del sector privado que encabezó el empresario Juan Gallardo Turlow.
Para el también exsubgobernador del Banco de México, en esta negociación más que presionar o dejarse presionar hay que llegar a un arreglo donde todos ganen.
Sobre las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, de que México quitó empleos a Estados Unidos, el exrepresentante de los empresarios comenta que si bien una parte de fuentes de trabajo sí son resultado de que las empresas migraron al territorio mexicano, una gran parte desapareció por cuestiones de tecnología, eso significa que "jamás regresarán los empleos que se tenían antes del TLCAN".
El también exfuncionario manifiesta que no es "prudente políticamente" hablar acerca de muros, ni de mezclar ese tema de migración con el asunto comercial, pero consideró que Estados Unidos puede construirlo si así quiere.
¿Es preferible no tener un tratado a retroceder en la apertura?
-Actualmente tenemos un tratado comercial y si lo que se intenta por la otra parte es peor que no tenerlo, lo mejor es que no lo tengamos.
Pero no creo que sea la idea de ninguna de las dos partes y todo va a depender de cuáles serán las cartas que se pongan sobre la mesa.
Obviamente no tener un tratado va a tener costos, porque el TLCAN ha traído beneficios y al no tenerlo se quitarían, pero para México y Estados Unidos. Para los mexicanos habrá problemas de empleo y para los estadounidenses inflación.
Con la amenaza estadounidense de imponer a productos mexicanos aranceles, ¿podemos estar ante una guerra comercial?
-Ponerse en una posición en que los dos pierdan no es algo útil para nadie.
No tanto como guerra comercial, pero algo que sería inadecuado para ambos. El objetivo inicial debe ser que sea útil el acuerdo para las dos partes.
¿Qué se debe hacer para negociar con un presidente de Estados Unidos tan rudo? ¿Hay que tener más paciencia?
-No es cuestión de rudeza es cuestión de ver qué es lo que quiere y qué queremos los mexicanos y encontrar las coincidencias. No es como la lucha libre de rudos y técnicos.
Más que paciencia hay que tener técnica.
Y no hay que temerle a Estados Unidos, porque si quieres ganar con miedo de uno a otro no se va a ganar-ganar.
¿Qué lecciones se deben tomar en cuenta para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que se hicieron en la negociación del mismo?
-Mantener el contacto con la industria estadounidense, con quienes tenemos muy buena relación, sobre todo relaciones de negocios.
En la medida que se mantenga en contacto con la estructura productiva americana, ellos van a expresar sus intereses al gobierno.
Es una manera de llegar a acuerdos, no se trata de presionar uno al otro, sino de sacar aquello que beneficie a ambas partes.
Es difícil comparar la situación actual de la que se tuvo, porque hace 26 años ambos lados queríamos llegar a un acuerdo comercial y ahora da la impresión de que el gobierno estadounidense quiere negociar para reducir las ventajas que tiene México y así es difícil.
Pero ahora tenemos muchas armas que antes no teníamos, como el tema energético. Hay más canicas con las cuales jugar.