La madre está indignada y furiosa por el hecho. (INTERNET)
Jessica Oates llevó a su hijo Jabez Oates, de 4 años, a la escuela en Texas, Estados Unidos, cuando los directivos le informaron que el niño no podía ingresar por tener el cabello largo.
“A mi hijo le gusta su cabello. Él no entiende por qué no se le permite ir a la escuela por algo tan trivial’, dice Jessica a ‘InsideEdition’.
La familia de la señora tiene raíces nativo-americanas y dice que en la cultura de los ‘Cocopah Indian’, el cabello largo es sinónimo de fortaleza.
La escuela le prometió que no habría ningún problema si traía un documento en el que justificara que el motivo del cabello largo de su hijo era por cuestiones culturales o religiosas, a lo que ella accedió, pero en cuanto llegó a la institución, los directivos le cerraron el paso.
El Distrito Escolar de Barbers Hill hizo un comunicado al respecto, señalando que planean mantener su política: "Nuestras políticas, incluidas las expectativas de apariencia, son elaboradas por nuestra Junta de Fideicomisarios, todos ellos contribuyentes en el distrito escolar de Barbers Hill y que han tenido niños asistiendo a nuestras escuelas. Los padres tienen el derecho de buscar un ambiente educativo adecuado para sus hijos, así como la Sra. Oates tiene el derecho de colocar a su hijo en un distrito que refleje sus expectativas personales de los estándares de apariencia".
Para Jessica Oates, estas políticas son un acto de discriminación.