Listos. El Internet de las Cosas está revolucionando al mundo, pero ¿estamos preparados?
Gran parte de los equipos que fueron presentados durante el CES 2017 están basados en sensores capaces de comunicarse con máquinas y otros sensores, pero para que estos productos brinden una buena experiencia al usuario es necesario un ancho de banda óptimo.
Lo cierto es que en la actualidad los operadores no se encuentran en condiciones de soportar todo el tráfico que el Internet de las Cosas generará en los próximos años, pues de acuerdo con la firma Ciena, debido a las demandas diarias de contenido de dispositivos conectados, video y juegos, pronto será necesaria una capacidad de descarga de 4 megabytes por segundo (Mb/s) por persona, es decir, que una familia de cinco miembros necesitará 20 Mb/s para cubrir su demanda.
Héctor Silva, director de tecnología en Ciena, detalla: "con la tendencia mundial del Internet de las Cosas el papel de los operadores es crítico. Los usuarios piensan que los datos pasan de manera transparente entre los sensores, pero lo cierto es que en medio tiene que haber infraestructura que de no ser la adecuada ocasiona que se presenten fallos en los dispositivos".
De acuerdo con la empresa los operadores son conscientes de la proximidad de la siguiente revolución digital, dado que en los últimos años han experimentado una saturación en sus redes.
Como ejemplo, en menos de un año, se pasó de 4 a 8 mil millones de visualizaciones de video en Facebook, tanto en redes móviles como en fijas, tendencia que se presenta en todo el mundo.
Para que los usuarios puedan vivir en un hogar o ciudad inteligentes será necesario ampliar las capacidades de acceso, "las nuevas tecnologías, como la realidad aumentada, implican que se tendrá que abrir la capacidad de transferencia".
Ciena prevé que los ingresos OTT, plataforma de servicios que transmite contenidos a diferentes dispositivos, alcanzarán la cifra de 3.59 mil millones de dólares en el 2021, un aumento grande en comparación con los 32 millones de dólares que se generaron en 2010, "el reto ahora es cómo capitalizar la infraestructura que consumen los nuevos servicios porque, por ejemplo, cuando ves una película en "streaming" utilizas la infraestructura de un operador, pero le pagas a Netflix".
Silva opina que es necesario adoptar nuevos modelos de acceso y pago que beneficien a ambas partes, "por ejemplo, pagar sólo por lo que se consume. Si una empresa quiere realizar una videoconferencia en realidad aumentada puede pagar sólo por el extra de ancho de banda, y ya no tendría un acceso y precio fijos que la limitara en cuanto a sus capacidades de conexión".
Para lograrlo es necesario impulsar inversiones que garanticen mayor capacidad en los centros de datos, desde donde se genera la interconexión y se pueden evitar errores, pues, por ejemplo, si hay un retraso en la respuesta de los autos conectados podrían presentarse accidentes.
La escalabilidad de la red es otro punto a transformar para que los operadores puedan mantener un costo estable aun cuando aumente la demanda en el ancho de banda. El directivo afirma que la inteligencia en las redes también es necesaria, "la red debe ajustarse de acuerdo a la demanda, en horas pico, en corporativos, se requiere de una respuesta mayor, y se ajusta, mientras que en fin de semana se reajusta a zonas residenciales".
Ciena agrega que los operadores que ya empezaron a invertir en el mejoramiento de sus redes son los que ofrecerán mejores experiencias a los usuarios y por lo tanto ganarán el mercado, que agrega, tiene que moverse hacia el 5G, "es una evolución natural, pero hay que señalar que si bien en América Latina el 4G tiene una baja cobertura, las inversiones no se perderán, el 4G es un escalón necesario".
