De visita. Scott Pruitt de la EPA sólo fue a la inauguración de la cumbre del G7.
Los encargados del ambiente de los países ricos del Grupo de los Siete se reunieron el domingo en Italia en medio de las discrepancias entre Estados Unidos y los demás miembros del bloque para enfrentar el cambio climático. Scott Pruitt, jefe de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés), asistió las primeras horas a la conferencia de dos días pero regresó a Washington para una reunión de gabinete, según funcionarios estadounidenses.
Antes de que Pruitt se marchara, sus colegas de Gran Bretaña, Alemania, Canadá, Japón e Italia le dijeron que estaban desilusionados de la reciente decisión del mandatario Donald Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París concertado en 2015.
Los otros seis países del G7 acordaron durante la cumbre de gobernantes nacionales efectuada el mes pasado en Sicilia trabajar para hacer efectivo el Acuerdo de París sobre el clima.
El ministro del ambiente de Italia, Gian Luca Galletti, que encabeza la reunión del G7 sobre el ambiente en Bolonia, dijo que a pesar de las divisiones, el diálogo tiene que continuar para atender otros problemas ambientales, como la contaminación de los océanos.
Entre los países más insistentes en que se mantenga el impulso internacional para combatir el calentamiento global figura Alemania, que este año será anfitriona de la cumbre anual del clima prevista para noviembre.