La policía pronto descubrió que dentro no había explosivos, sino cartas y fotografías. (INTERNET)
El Departamento de Policía de Nueva York se movilizó rápidamente cuando les llamaron por la presencia de una posible bomba. Se tuvo que evacuar toda una calle y pedir el apoyo de la brigada antiexplosivos para investigar un antiguo proyectil de guerra enterrado cerca del edificio Flatiron de Manhattan.
Pero resultó que no era una bomba real, sino una cápsula del tiempo muy peculiar, llena de fotos y cartas, enterrada allí en los años 80 por los dueños de la discoteca Danceteria, que ya no existe. Después de cerrar el club nocturno fue convertido en un espacio de oficinas y ahora se trabaja para hacerlas un bloque residencial.
La cápsula fue descubierta por unos obreros que excavaban la zona y que llamaron a la policía en cuanto se toparon con el proyectil.
John Argento, el antiguo dueño de la discoteca, explicó a la policía que había comprado el objeto en una tienda ‘Army Surplus’.