Sorprendido de haber ganado en Berlín, al punto de que se enteró por un tweet lo había premiado, Everardo salda la deuda que tenía de tocar este tema. (HUGO CASTRO)
El compromiso de Everardo González Su trabajo no ha pasado desapercibido en el cine nacional. Desde hace 10 años se presentó aquí en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara con Los Ladrones Viejos y se llevó el premio al mejor documental.
Entre sus películas destaca “Cuates de Australia” realizada en Coahuila, “La Canción del pulque” y “El Cielo Abierto”, en los que trata de documentar las voces de varias personas que para la gran mayoría pasarían de desapercibidas. Por ello La Libertad del Diablo, su último documental, ha despertado la expectativa en Guadalajara.
Precedido por el premio de Amnistía Internacional de la pasada Berlinale, Everardo se encuentra contento por lo que ha generado en el público que ha abarrotado sus funciones.
En este recoge los testimonios de los involucrados y protagonistas de la famosa guerra contra el crimen, pero con una característica, todos usan una máscara para cubrir su rostro, para ver que en la violencia no tiene distinciones, tanto pega a la madre de una desaparecida como al sicario o a un policía.
Sorprendido de haber ganado en Berlín, al punto de que se enteró por un tweet lo había premiado, Everardo salda la deuda que tenía de tocar este tema. “Esto tiene que ver con el oficio, no podía dejar pasar esta oportunidad. Básicamente era una deuda que tenía como documentalista”.
“Cualquier película para quien la realiza es muy liberador para cualquiera. Pero en este caso en particular es más liberador”. Para González, la realidad de nuestro país lo tiene con muchas dudas: “tengo muchas dudas de que si realmente logramos una etapa de relativa paz, si todo fue una confusión. Hace mucho que no escucho de los Zetas, dejaron de ser mediáticos, dejaron de ser salvajes o simplemente trabajaron para un patrón que ya tiene el poder.
Escucho que todavía está las cosas mal, pero también veo que estamos en un proceso de sanación para el país”. Mantiene sus lazos con las personas de Cuates de Australia, Coahuila, “tienen agua, están bien. Me escriben algunos niños, mi ahijado y mis compadres, mantenemos la relación”.
Está realizando un proyecto grande, “estoy filmando 10 desiertos, es algo más relajado y espero que ya esté listo en dos años. Y espero que La Libertad de Diablo llegue a los cines a finales de este año”.